-Comenzó su carrera profesional con un naufragio y décadas después sigue con otro.
-Me hice periodista porque quería hablar de la mar. Toda mi ascendencia ha sido gente de la mar. Vivía en Pasajes y el buque de mi tío, José Alfonsi, chocó contra las rocas en la costa de Francia. Murieron once tripulantes, casi todos de la familia. Al día siguiente, al ver el periódico, vi que estaba en páginas interiores en pequeñito y en portada había una noticia de un obrero muerto en una casa en construcción. No lo entendía y me prometí hacer algo, así que empecé a trabajar en un periódico hablando de la mar cuando nadie lo hacía. Luego me di cuenta de que era más lógico hacerlo con la radio y estuve 25 años.
-Durante esos años entrevistó a varios supervivientes del 'Titanic'.
-Eso fue lo que me llevó a este naufragio. Desde 1963, los días 14 y 15 de abril se los dedicábamos al 'Titánic'. Era un tema que le gustaba mucho a la gente de la mar y algunos aprendieron muchas cosas. De ahí nació la idea de crear el Salvamento Marítimo que hay ahora.
-El 'Titanic' siempre ha generado mucho interés. ¿Qué papel jugó la película de James Cameron?
-Importantísimo. Es la película más vista de la historia y uno se pregunta por qué. Cuando se hizo la botadura del 'Olimpia' (uno de los dos barcos iguales que el 'Titanic') asistieron casi 10.000 personas. Con el 'Britannic' 35.000, pero es que con el 'Titanic' fueron 100.000. El alcalde de Belfast cobró una tasa por entrar a la ciudad y con el dinero se contruyó un hospital infantil.
-¿Qué es lo que le apasiona a usted de este barco?
-Cualquiera de las historias de las personas que embarcaron es apasionante, todas dan para escribir un libro o hacer una película. En solo cuatro días casi 3.000 personas de diferente clase social se juntan y suceden historias de amor, pasión, valentía, traiciones.
-Ese es uno de sus objetivos, contar las historias del 'Titanic'.
-Nosotros queremos contar las historias, desde las más pequeñas a las más grandes. Los que accedan a la exposición se van a trasladar de golpe a 1912, vivirán en primera persona las historias que ocurrieron a bordo. Y eso se consigue gracias a la labor de montaje, a nuestra audioguía, que es de las mejores del mundo. Esta es una exposición que se hizo al revés, primero el guion y luego el montaje.
-Entre los objetos hay piezas originales y reproducciones.
-Nunca le he dado valor a los objetos. Esto no es una colección de fetiches, es otra cosa que llega al alma. Sería impensable que 300.000 personas la hayan visto si no cuentas una historia.
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