El Muro ya está abierto al tráfico: adiós al 'cascayu'

Vuelve el doble sentido de circulación al Muro, pero lo hace con bastantes cambios con respecto a cuando desapareció, en pleno proceso de «desescalada» tras el confinamiento domiciliario que se había impuesto durante los momentos más críticos de la pandemia de la covid-19. Por un lado, el carril bici, que antes iba pegado al paseo, se mantendrá en su ubicación actual, pegado a la mediana central salvo en dos tramos: entre la avenida de Castilla y Marqués de Urquijo y ya a partir de Eladio Carreño hacia el Náutico. Esto supondrá que habrá dos puntos en los que los ciclistas cruzarán transversalmente el carril de coches, lo que se ha solucionado con la instalación de nuevos semáforos que regularán el paso de bicicletas y vehículos a motor. También ha habido que instalar semáforos nuevos en los puntos donde son los coches los que cruzan el carril bici para entrar o salir del 'cascayu'.

Precisamente la conexión con las calles transversales será otra cosa que cambie, pues no se recuperarán todos los giros que existían antes del cierre al tráfico de hace dos años. Por ejemplo, desde el final de la calle Ezcurdia los coches solo se podrán incorporar al Muro en sentido hacia el Piles, pero no hacia el Náutico; y desde el 'cascayu' no se podrá salir hacia las calles interiores de La Arena por Doctor Aquilino Hurlé. Una vez se acceda desde la glorieta del Piles al carril recuperado para los coches, solo se podrá salir de él por Menéndez Pelayo -para lo que además a la altura de Canga Argüelles será necesario cambiar a un carril de incorporación situado al otro lado de la mediana-, por Capua y por Domínguez Gil. Al flujo de tráfico en sentido hacia al Náutico también se podrá entrar, además de por la mencionada glorieta, desde Canga Argüelles, Menéndez Pelayo y Eladio Carreño.

Precisamente ayer una de las últimas actuaciones previas a la reapertura al tráfico fue, ya a primera hora de la tarde, el pintado sobre el asfalto de la señalización horizontal que indica los giros permitidos desde estas últimas calles. Y curiosamente, durante gran parte del día no existió ningún obstáculo ni indicación -más allá de las marcas viales preexistentes- que impidiera el paso de coches desde Menéndez Pelayo hacia el 'cascayu', lo que llevó a algún conductor a dudar sobre si ya era posible ese giro.

El último gran cambio en este carril con respecto a 2020 es que los peatones aún conservarán una pequeña parte del asfalto. Se corresponde con el antiguo carril bici -hasta que se decidió moverlo al otro lado de la mediana-, que cuando se pintó el 'cascayu' mantuvo un diseño diferente al del resto de la calzada. Se trata de un gran pasillo verde separado del tráfico por bolardos y que se prolonga desde el cruce con Marqués de Urquijo hasta la escalera 7. Este espacio acotado continúa unos metros más hasta Eladio Carreño pero, como desemboca en el carril bici y sin opción de pasar desde ahí al paseo, el Ayuntamiento ha optado por colocar a la altura de la escalera 7 un gran macetero que impida a los peatones seguir más adelante y ha pintado un pequeño cebreado que semeja una especie de carril de incorporación para peatones que los desvía hacia el Muro de toda la vida.