El Musel invertirá en un lustro 65,3 millones de euros, el 34% en medidas medioambientales

El 19% del presupuesto destinado a inversiones se dedicará al proyecto de digitalización e innovación, que incluye la renovación de equipos informáticos, inversiones en I+D y la implantación del 'ePort'. Otro 16% será para la mejora de la accesibilidad ferroviaria, con la extensión de las vías al muelle Norte de la ampliación. Se trata del mayor plan de inversiones que aprueba la Autoridad Portuaria desde que se acometió la ampliación. Este año se contempla gastar 11,7 millones en iniciar actuaciones como dotar al Puerto de un cierre perimetral sensorizado o extender el asfaltado del muelle Norte, así como comenzar a adquirir coches eléctricos para lograr, a largo plazo, tener una flota limpia. Para el próximo año se prevén inversiones por valor de 15,7 millones para continuar las ya comentadas y empezar, entre otros, a acometer el nuevo centro de inspección fronteriza de mercancías, que ya ha salido a licitación y al que se destinarán 3 millones de euros. Para 2023 se aprobó un gasto de 13,6 millones de euros, mientras que en 2024 se invertirán 11,3 y en 2025, 8,7.

Más allá del importante cronograma de inversiones, el plan de empresa de El Musel, que será remitido a Puertos del Estado para su aprobación, incluye una previsión de tráficos para el próximo lustro. La Autoridad Portuaria calcula que este año llegará a los 15 millones de toneladas y que, si todo va bien, esta cifra irá en aumento progresivamente hasta alcanzar los 19,5 en 2025, cifra a la que no se aproxima desde 2018, cuando se movieron 19,6 millones de toneladas.

Capítulo importante merecen los ingresos previstos por la desafectación de activos ociosos en la fachada oeste de la ciudad. Así, por la venta de la antigua sede de la Autoridad Portuaria, el aparcamiento de Fomento, los terrenos de Armón, Duro Felguera y el Santa Olaya, así como una parcela en Jove y los antiguos terrenos de Naval Gijón, el Puerto espera obtener en torno a 17 millones de euros.

En la reunión, además, se dio cuenta de la evolución de los tráficos portuarios durante los seis primeros meses del año. Entre junio y septiembre se movieron en el puerto 8.287.013 toneladas, un 3,6% más que en el mismo período del año pasado.

Se acusa, sobre todo, la disminución del tráfico de carbón térmico en los muelles comerciales: bajó un 64% respecto al año pasado, debido a la pérdida de las operaciones que realizaba Natural Mining Resources (NMR), actualmente en preconcurso de acreedores. También se nota la disminución del tráfico de contenedores. Se han movido 32.564 TEUs, un 7% menos que en el primer semestre de 2020. Por otro lado, el tráfico de productos siderúrgicos aumentó un 15%.

En lo que respecta al movimiento de mercancías en la EBHI, creció casi un 41% y ya va por las 4.483.008 toneladas, más de la mitad de la previsión para este año, ocho millones de toneladas. Tras el buen comportamiento de la EBHI se encuentra el tráfico vinculado a Arcelor, que durante este primer semestre subió un 78%, hasta casi 1,7 millones de toneladas, con lo que se compensa la continuada disminución de carbón térmico, que cayó un 37% a causa principalmente del cierre de las térmicas y el cese de operaciones de NMR.

Asimismo, el consejo aprobó el cierre de cuentas de un ejercicio «marcado por la crisis sanitaria, la adecuación de instalaciones siderúrgicas y el continuado proceso de descarbonización que pese a estas circunstancias adversas» arroja un beneficio neto de 2,5 millones de euros.