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Una nueva mancha vuelve a hacer saltar las alarmas en San Lorenzo
El vertido, procedente de Peñarrubia, no obligó a prohibir el baño en la costa. «Ver este tipo de cosas es ya algo habitual», lamentan los ecologistas
Óscar Pandiello
Sábado, 28 de julio 2018
Una nueva mancha volvió a tomar ayer la costa gijonesa desde primera hora de la tarde. El vertido, procedente de Peñarrubia, fue desplazándose hacia el oeste en forma de espumas hasta desaparecer mar adentro. En torno a las 15 horas se pudo contemplar la mancha desde El Rinconín y, con el paso de las horas, se fue desplazando en dirección al Cerro. Varios bañistas habituales comentaron durante la tarde que la calidad del agua no era óptima.
La noticia no supuso una novedad para la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies, que desde hace meses viene denunciando la «deficiente» capacidad de la ciudad para depurar sus vertidos. «A nosotros no nos avisó nadie. Desgraciadamente, ver este tipo de cosas en San Lorenzo es ya algo habitual. Los desperdicios no paran de salir por el emisario y para los asiduos a la playa ya no es nada nuevo», explica Fructuoso Pontigo, portavoz de los ecologistas.
Por lo general, según explicó, la marea suele dirigir los vertidos del emisario hacia el este, en dirección a Villaviciosa. En ocasiones, sin embargo, el viento y las corrientes marinas pueden hacer que las manchas se desplacen hacia San Lorenzo, como ocurrió ayer. «Es un problema histórico y tiene mala solución, hasta que la depuración no funcione a la perfección seguiremos viendo casos así», apostilló Pontigo.
Buena y suficiente
Según los análisis del Ayuntamiento, la zona de Peñarrubia no es una de las más afectadas por la presencia de vertidos. Así se trasluce de las analíticas municipales, que califican como excelente el agua en ese punto desde el pasado mayo. El último análisis publicado, efectuado el lunes, solo redujeron la calidad en la escalera 8 –calidad suficiente– y en la escalera 12 –buena–.
Desde algunos sectores se ha reclamado una revisión en el protocolo de los análisis, que en épocas de vertidos apenas han variado de calidad excelente y buena pese a su evidente mal estado.