«La nueva sala de radiología vascular será un salto cualitativo para Cabueñes»

Tal y como adelantó EL COMERCIO, el proyecto de cirugía vascular obligará a Cabueñes a realizar obras más allá de las previstas en el plan de ampliación y reforma que la Consejería de Salud confía en iniciar en agosto. La sala de radiología vascular intervencionista, una suerte de quirófano de alta complejidad, se ubicará en el actual edificio de gerencia (el de la pérgola), que crecerá en dos plantas. En este recrecido se instalará este nuevo servicio, así como el área que se destinará a la futura cirugía robótica. Álvarez insiste que «estamos ante una gran noticia para el hospital, que ganará nivel y podrá realizar operaciones y procesos mucho más complejos». Entre ellos, detalló: «cirugías complejas de columna, embolizaciones de tumores o sangrados bronquiales», técnicas radiológicas que en la mayor parte de los casos se suelen derivar al HUCA. Este especialista estima que una vez entre en servicio «podremos realizar entre 600 y 700 procesos anuales, lo que permitirá duplicar nuestra capacidad actual». Álvarez recuerda que el quirófano híbrido de Cabueñes, el primero de estas características que se puso en marcha en la sanidad pública asturiana, «ha cumplido diez años y aunque funciona de maravilla, siempre es bueno dar un salto cualitativo y seguir avanzando con la incorporación de última tecnología que beneficie al paciente».

Porque eso es lo que será la futura sala de radiología vascular intervencionista, «un gran avance para el área de vascular, pero también para el conjunto del hospital», ya que podrá ser utilizada por diferente servicios de Cabueñes. Técnicamente «será una sala de rayos de última generación, donde se puede diagnosticar al paciente a la vez que intervenirlo. Todo en el mismo proceso». La sala dispone de una mesa de radiología «transparente», explica. La camilla en la que se recuesta el enfermo «es una gran placa, de los pies a la cabeza», lo que facilita la realización de técnicas de radiología intervencionista.

La demanda de cirugía vascular se ha disparado en los últimos tiempos debido al envejecimiento de la población. A más años, arterias más dañadas. «Ahora hacemos prácticamente el doble de procesos», detalla Álvarez. La mejora en las técnicas radiológicas «nos permite tratar a pacientes frágiles que antes no podían ser intervenidos».

Los procesos isquémicos en las extremidades, así como aneurismas, pie diabético y obstrucciones en las carótidas son las principales patologías que pasan por vascular. Álvarez recuerda que no solo el envejecimiento perjudica nuestras arterias, «también lo hace el tabaco sobremanera, además del colesterol o la diabetes». Una vida sana, insiste, «haría que gran parte de la patología vascular desapareciera o, al menos, se redujera». «El ejercicio, simplemente el caminar de forma rutinaria lo que cada uno pueda, contribuye a mejorar la circulación. Nuestras arterias son como ríos, cuanto más y mejores afluentes tenga el organismo, mejor salud tendremos».