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Iván y Pedro Pérez Blanco reciben la licencia de la mano de Eduardo José Vázquez, de Avocano. J. PETEIRO
El 'Nuevo Mapei' se pasa a la volanta

El 'Nuevo Mapei' se pasa a la volanta

Los tres hermanos Pérez Blanco son la cuarta generación de una familia de gran tradición marinera arraigada en Gijón desde hace años | Hacía años que la flota pesquera gijonesa no tenía un barco dedicado a este arte

EUGENIA GARCÍA

GIJÓN.

Domingo, 13 de enero 2019, 06:25

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El Musel vuelve a tener un volantero. Hacía años que la flota pesquera gijonesa carecía de un barco que utilizase este arte tradicional que en el Cantábrico Noroeste se emplea, fundamentalmente, en la captura de merluza. Hasta ayer. El 'Nuevo Mapei', dedicado hasta ahora a las artes menores, se hace mayor. A bordo, la cuarta generación de una familia originaria de Tapia pero arraigada en El Musel desde hace décadas.

Que tres jóvenes de familia marinera hayan decidido realizar la inversión -económica, por un lado, y de aprendizaje para emplear un aparejo distinto al que están acostumbrados, por otro- que supone cambiar de censo es una buena noticia para un sector inmerso desde hace años en una crisis permanente. Sin ir más lejos, en la última década la flota pesquera gijonesa perdió más del 50% de sus barcos. La falta de relevo generacional, la reducción de las cuotas o el encarecimiento de combustible hacen que cada vez se vea menos actividad en el muelle del Rendiello.

Sin embargo, Manolo, Pedro e Iván Pérez Blanco, cuyos nombres conforman el de su barco, lo tienen claro. Apuestan por seguir en la mar, donde prácticamente nacieron. «Llevamos toda la vida», se encoge de hombros Pedro, patrón y hermano mayor. Y el cambio de censo era la fórmula para «poder seguir subsistiendo, porque de la otra manera no veíamos mucho futuro». Esta transformación es para ellos «la oportunidad de poder seguir pescando» como antes lo hicieron su padre, abuelo y bisabuelo.

Una vez tomaron la decisión, motivada por «la continua reducción de las cuotas para las artes menores», llegaron a un acuerdo con un armador que tenía un volantero y a través de una permuta interna con la mediación de la Secretaría General de Pesca intercambiaron sus licencias. Así, el 'Nuevo Mapei', un buque bonitero de 17 metros de eslora, construido en un astillero asturiano y que lleva operativo desde 2012 con una tripulación de seis personas se vuelve volantero, mientras que el otro pasa a ser de artes menores.

Gracias a la nueva licencia que ayer les entregó la Asociación de Volanteros del Cantábrico Noroeste (Avocano), podrán ir a aguas más profundas, así como cambiar de censos temporalmente a palangre de fondo, a rasgo, a miños... «e incluso solicitar permiso especial para ir a pescar a Francia», explicó a EL COMERCIO el secretario de Avocano, Santiago Folgar. «Al estar dentro del plan de recuperación de la merluza, podemos pescar más que de la otra forma», indicó el patrón del 'Nuevo Mapei'. Estiman que con este nuevo censo podrán pescar unas cuarenta toneladas de merluza.

«Cada vez hay menos barcos porque intentan privatizar el mar para las grandes empresas», lamentó Iván. «Ahora solo quedamos los que nos gusta de verdad y aguantamos, porque para esto hay que nacer. Esta vida es dura y cada vez la complican más, por lo que mucha menos gente quiere seguir en ello», apuntó su hermano. Pero ellos siguen, y esta misma madrugada saldrán a faenar.

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