Ocho proyectos en busca de mecenas

«Nosotros hemos trabajado en un algoritmo que permite detectar precozmente casos de 'bullying' en las aulas. No solo eso, sino que se pueden encontrar también signos de problemas en casa, Asperger y TDAH», explica Silvia García, una de las responsables del proyecto i-Sen. Ya probado con los alumnos del colegio Miguel de Cervantes, esta aplicación recoge cuatro veces al día -entrada al colegio, comienzo del recreo, vuelta del recreo y salida del colegio- las sensaciones y ánimo de los alumnos. A través de la evolución y de las respuestas emitidas, los equipos docentes pueden seguir más de cerca la evolución de los jóvenes y detectar posibles casos de acoso escolar. «Por eso, los fondos que consigamos irán destinados a implantar la herramienta en más centros y para poner en marcha las I Jornadas Contra el Acoso Escolar», anuncia.

También con vocación didáctica nace el cuaderno de caligrafía ideado por el docente especialista en dificultades de aprendizaje Ramón Mandado. «Cuando cogemos el bolígrafo modulamos la energía. La escritura nos ayuda a entender cómo funciona el cerebro y atajar ciertos problemas de la persona», explica el profesor, que subraya la utilidad de la caligrafía «para niños de cinco años hasta universitarios». Así, a través de disciplinar la mano que coge el bolígrafo, se pueden atajar situaciones de tensión, estrés, falta de atención o cansancio.

'Te presento a Jovellanos', otro de los proyectos subidos a la plataforma Lánzanos, también aspira va conquistar las escuelas. Tania Celar, una de las tres creadoras del proyecto, explica que se trata de un libro infantil enfocado a divulgar la biografía y obra del prócer gijonés. «Una clínica de logopedia nos ayudó con información útil sobre la didáctica. De esta forma, incluimos en el volumen varios pictogramas para que sea atractivo y útil para todo tipo de niños, incluso con trastorno del espectro autista», subraya. Ofrecen, asimismo, distintos lotes para que instituciones y colegios de la ciudad compren varios volúmenes acompañados con cuadernillos para colorear.

La campaña establece que por cada euro que se recaude, Impulsa aportará otro hasta un máximo de 2.000 por proyecto. El que está a punto de llegar al ecuador de los fondos necesarios para ejecutar su proyecto es Jorge García, uno de los creadores del libro 'La gran cocina casera asturiana'. «Es un homenaje para esas personas que, a través de las recetas tradicionales de la región, cocina para su familia y amigos. Queremos recuperar esas recetas y plasmarlas en un libro», explica. Como recompensa a los mecenas, además del libro, «hay guardadas algunas sorpresas», pero ya adelanta que está previsto ofrecer talleres infantiles de cocina en Umami. Además de recetas populares, los cocineros José Cueto (La Capilla) y Jhonathan González (Cabo Busto) tendrán su espacio.

La agenda solidaria 'Sumi', por su parte, «pretende promover buenos hábitos» a través de la regla de los 21 días. «Si haces algo de manera continuada durante este tiempo, dicen que se convierte en hábito», destaca Sofía Seoane, una de sus creadoras. Las tareas estarán enfocadas en la conservación del medio ambiente, la salud y la organización. El 50% de lo recaudado, además, irá destinado a la lucha contra le cáncer.

CreaKIT, otro de los proyectos gijoneses a la espera de mecenas, se define como un «producto-servicio» dedicado a promover la cultura de la creatividad en empresas, organizaciones sociales o emprendedores. «Tratamos de llevar a lo táctil la creación y gestión de proyectos, facilitar el pensamiento lateral y apoyar la generación de ideas», explica Yolanda Lorenzo. «El objetivo, a través de un kit y de nuestro asesoramiento, es que las organizaciones no necesiten a personas externas para llevar a cabo proyectos», sintetiza. El proyecto, asimismo, se apoya en el método DAFO para «modificar tu producto o crear una estrategia de acercamiento a la población».

Carmen Gallo y Chabela Martínez, por su parte, han trabajado conjuntamente para sacar adelante dos proyectos. Locurarte pretende ser un festival de dos días «que aúne a través de diversas manifestaciones la salud mental, lo artístico y la cultura», según explica Martínez. Esta educadora social y gerontóloga considera importante impulsar un certamen de estas características para «abrir mentes y cerrar estigmas», muchas veces presentes a la hora de abordar las enfermedades mentales. «Habrá artes escénicas, exposiciones, cortometrajes, danza, jams poéticas, conciertos y mesas redondas», resume.

'Redes para no olvidar', el segundo de sus proyectos, nace con la intención de crear talleres y terapia a personas con alzhéimer y sus familias. «Trabajamos con el cuento 'La maleta del abuelo' y, con ello, nuestro objetivo es sensibilizar a toda la familia, pero en concreto a los niños. Así, cuando crezcan, serán más conscientes sobre el envejecimiento». El arte también estará presente con la grabación de un vídeo.