Tino Mendoza
«A través de Les Caseríes nos han dicho que estos días empezará a patrullar la Policía Local. Veremos cuánto tiempo se mantiene esa presencia»
Después de que la semana pasada alzaran la voz, hartos del aumento de robos a viviendas y de gente merodeando en torno a ellas, ... los representantes de varias parroquias rurales de la zona oeste del concejo, junto a la federación rural Les Caseríes, se sentarán este jueves con el Ayuntamiento para reclamar soluciones a este problema. Entre ellos estará Tino Mendoza, quien a la espera de la constitución oficial de la entidad hace las veces de presidente de la nueva Asociación Vecinal de Monteana.
–¿Con qué expectativas acuden a esta cita con los responsables municipales?
–No muchas. Pero la intención es, básicamente, trasladarle a los responsables de Seguridad Ciudadana y de la Policía Local lo que ya saben y pedirles que pongan más atención y refuerzos en la zona. Vamos a solicitar más patrullas, que vigilen con el dron de la Policía Local y cámaras como las que hay en otras zonas de Gijón y que parece que allí han dado resultado, porque todo apunta a que desde que las han puesto en la zona este los ladrones vienen más al oeste. Una oleada de casos como la que estamos teniendo nunca antes la hubo. Ni parecida.
–El Ayuntamiento apunta que la competencia en esta zona del concejo es de la Guardia Civil...
–Aún así, a través de Les Caseríes ya nos han trasladado que estos días empezará a patrullar algún coche de la Policía Local. A ver si sirve para mejorar lo que está pasando. Y veremos cuánto tiempo se mantiene esa presencia y cuánto tiempo dejan también de estar por aquí los ladrones. Aunque imagino que si con métodos disuasorios se van de esta zona acaben tirando para otra y no dejen de hacer lo que han hecho siempre.
–¿Han notado el refuerzo que ha hecho ya la Guardia Civil?
–Sí. Es cierto que ahora todos los días ves una o dos patrullas desde muy temprano. Pero da la sensación de que no es suficiente. Y a los hechos me remito, porque este mismo domingo había movimientos extraños de dos personas que estaban controlando una casa, con vistas a venir después a acabar ese trabajo. No se cortan nada. Justo cuando se estaban yendo de allí llegó la Guardia Civil, que les paró y les identificó. Poco antes, en otra zona de la parroquia, esas mismas personas habían estado cogiendo de una nave que hay pegada a una casa chatarra y piezas de construcción que tienen por allí sus dueños. Y lo tenían colocado ya fuera, al lado de la portilla, para venir con un furgón a llevárselo todo.
–¿Cómo acabó ese episodio?
–Pues como no había denuncia, después de que les identificaran se fueron al apeadero y al momento cogieron un tren y se fueron.
–Una de las cuestiones que señala la Guardia Civil es que no les constan tantas denuncias como las que se dicen.
–Es verdad que cuando son robos pequeños hay quien pone denuncia y hay quien lo deja pasar. Sí nos insisten en que por favor se haga y que los vecinos les faciliten toda la información que se pueda. Nos preocupa que el tema esté muy caliente y haya quien piense en 'si los pillo...'. No creo que sea una dinámica conveniente, las cosas tienen que hacerse como hay que hacerlas.
Un desvalijamiento total
–¿Qué cifras manejan ustedes sobre robos concretamente en su parroquia?
–Tenemos constancia de uno muy serio, que fue un desvalijamiento en toda regla de una casa que además está habitada. Aprovechando un momento en el que habían marchado sus dueños, rompieron la puerta, entraron y se llevaron todo lo que pudieron: joyas, dinero, artículos personales... Aprovecharon además que se trata de una vivienda algo más apartada y a la que tenían acceso casi directo desde la carretera del monte. Así que pudieron ir por la parte de atrás, colocar la furgoneta al lado para ir sacando cosas y cargarlas directamente para llevárselas.
–¿Y hay más casos aparte de ese?
–Hay por lo menos media docena de casas tocadas o marcadas, que es su 'modus operandi'.
–Explíquese...
–Pues que lo que hacen es ir a una casa, llamar a la puerta y esperar a ver si les contestan. Si sale alguien, a lo mejor le preguntan si tiene algo de chatarra que se puedan llevar. Si no les abren, toman nota y a lo mejor vuelven un par de días después para ver si sigue sin haber nadie.
–¿Desde cuándo han empezado a notar este tipo de actuaciones?
–Llevaremos con esto en torno a un mes y medio.
–¿Y qué le trasladan los vecinos, más allá de los afectados directamente por los robos?
–Pues hay miedo e incomodidad, porque no hablamos ya de robos al descuido en los que se puedan llevar maquinaria que tengas fuera, sino que ahora entran en tu casa, violentan tu intimidad, tocan tus cosas... Y los que están haciendo su agosto son las empresas de seguridad.
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