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El padre Chus en los años en que ejerció de párroco en Castiello de la Marina. PALOMA UCHA
El padre Chus, el cura 'liberal' que acabó detenido

El padre Chus, el cura 'liberal' que acabó detenido

En su piso los agentes incautaron ordenadores, dispositivos móviles y dos piedras de hachís | Los vecinos relatan un «trasiego continuo» de jóvenes y aseguran llevar años sufriendo inseguridad y daños materiales en el inmueble | Fue expulsado del clero hace años

Sábado, 13 de noviembre 2021, 15:37

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El padre Chus pasó dos noches durmiendo en los calabozos de la Comisaría de Gijón en lugar de hacerlo en su piso del número 8 de Donato Argüelles, del que varios agentes de la Policía Judicial se lo llevaron esposado el pasado jueves 11 de noviembre por la tarde, acusado de cometer dos delitos: corrupción de menores y tráfico de drogas.

Eran las siete de la tarde y una de las trabajadoras de las oficinas que hay en los primeros pisos del edificio entraba al trabajo al tiempo que llegaban varios furgones y patrullas de la Policía Nacional que pusieron en alerta a vecinos y comerciantes de la zona. Entre diez y doce agentes entraron en el portal -repleto de material de obra ya que se están ejecutando reformas en los ascensores- y se dirigieron al cuarto piso, donde desde hace unos treinta años reside Jesús María Menéndez, más conocido como padre Chus. Durante casi hora y media registraron todas las estancias de la vivienda, poniendo especial énfasis en la habitación del excura y en el salón.

Según fuentes policiales, los agentes se incautaron de varios teléfonos, ordenadores y demás dispositivos móviles en busca de posible contenido pedófilo. Asimismo, durante el registro encontraron dos piedras de hachís. En el momento de la intervención judicial se encontraban en el interior de la vivienda dos menores de edad, así como los compañeros de piso del detenido, que serían todos hombres mayores de edad y fueron quienes alertaron al abogado de lo ocurrido en el piso de Donato Argüelles. La operación, que se llevó a cabo por orden de la titular del Juzgado de Instrucción Número 4, se saldó con la detención de Jesús María Menéndez, que fue trasladado a la Comisaría de El Natahoyo.

«Se llevaron al padre Chus»

La noticia de que «se llevaron esposado al padre Chus» corrió como la pólvora entre los vecinos de este inmueble, que además de un estudio de yoga, un centro de estética y varias oficinas, alberga fundamentalmente viviendas de personas de avanzada edad. La comunidad de propietarios llevaba años molesta por el continuo trajín de jóvenes que entran y salen del piso del exsacerdote y que, según comentaban ayer varios vecinos, les provocaban una fuerte sensación de inseguridad ya que incordiaban, ocasionaban desperfectos a las zonas comunes, se encaraban con los residentes si estos les llamaban la atención e, incluso, llegaron a agredir a uno de ellos. «Entraban y salían a todas horas, llamaban al telefonillo a horas intempestivas, causaban daños en el portal... Llevábamos años con esta cantinela», manifestó ayer una de las inquilinas del inmueble. El trasiego de jóvenes era 'vox populi' y los vecinos llevaban tiempo sospechando que en el interior del piso podía estar llevándose a cabo alguna actividad ilícita. «Droga o peor», comentan.

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Llegaron incluso a alertar al Arzobispado y recientemente instalaron cámaras de seguridad tanto en el portal como en los ascensores. Recriminado por sus vecinos, según el relato de estos, el sacerdote siempre defendió que simplemente realizaba una labor social acogiendo a jóvenes en situación de desamparo e incluso afirmaba que estaba ayudándoles a salir de la droga.

No es la primera vez, ni la segunda que una investigación judicial pone en cuarentena las supuestas buenas intenciones del exsacerdote, que hasta ahora ha sido exonerado por la Justicia, aunque no por la Santa Sede.

Las anteriores denuncias eran «un montaje», según él

Todo comenzó hace nueve años, cuando la progenitora de un menor ecuatoriano denunció a Jesús María Menéndez por supuestos abusos sexuales a su hijo, que entonces tenía 16 años. El juzgado de Instrucción número 4 no encontró pruebas concluyentes y archivó la causa. En 2013, el Arzobispado cesó al padre Chus tras 18 años como párroco de Castiello de la Marina y otras parroquias maliayas y 35 como profesor de Religión en el instituto Fernández Vallín, el Jovellanos y otros centros gijoneses. Muchos feligreses y alumnos se lanzaron a defender a un cura «diferente, cercano, liberal», mientras que el Arzobispado justificó su suspensión 'a divinis' en la «conducta inapropiada del sacerdote» y en la presentación de «varias denuncias de fieles».

Por entonces se desconocía la acusación de abuso sexual y se habló de desavenencias personales entre el arzobispo Jesús Sanz Montes y el cura Chus. Este recurrió a los tribunales su despido y ganó. Primero el Principado anunció que lo readmitiría y luego volvió a despedirlo al ganar el recurso en la Audiencia.

El asunto llegó al Vaticano: en marzo de 2015, el papa Francisco expulsó al padre Chus del estado clerical de forma «irrevocable e inapelable» al considerar probado que abusó sexualmente y de forma prolongada de jóvenes menores de edad. Ese mismo mes se interpusieron dos denuncias por presuntos abusos sexuales. Sin embargo, tras investigar los hechos el Juzgado de Instrucción número 4 archivó ambas causas, al no encontrar pruebas suficientes, y en julio de 2016 la sección octava de la Audiencia Provincial ratificaba el sobreseimiento del procedimiento penal contra el padre Chus, que siempre ha defendido su inocencia y para quien lo sucedido era «una venganza del arzobispo».

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