Un grupo de padres y alumnos se concentró media hora ante el centro en señal de protesta. ARNALDO GARCÍA

Los padres del Santa Olaya se plantan para urgir una solución al conflicto en un aula de Primaria

La Consejería de Educación sigue sin atender su reclamación de dotar de personal de apoyo a un alumno con necesidades especiales

LAURA MAYORDOMO

GIJÓN.

Martes, 6 de abril 2021, 01:34

Un mes después de que varios alumnos de Primaria del colegio Santa Olaya dejaran de asistir a clase por decisión de sus padres ... como medida de presión -pretenden que la Consejería de Educación refuerce la atención que recibe un alumno con necesidades educativas especiales del centro- poco ha cambiado. El Principado sigue sin atender su principal reclamación. Por esta razón, un pequeño grupo de padres y sus hijos -no solo de la clase en cuestión, también de otros grupos- se plantaron ayer a la entrada del centro escolar durante aproximadamente media hora. Era la forma de hacer visible su protesta. Tras la concentración, siete de los alumnos que en las últimas semanas habían permanecido en sus casas volvieron a ocupar sus pupitres. Hay otros seis que mantienen la «huelga», es decir, que por el momento siguen sin acudir a clase. Y eso pese a que inspección educativa indicó a la dirección del centro, antes de las vacaciones de Semana Santa, que si esas ausencias no estaban debidamente justificadas las familias se enfrentaban a un posible expediente. De momento, la consejería no ha adoptado medidas al respecto.

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Lo que sí ha hecho es reforzar la labor del servicio de orientación, para que mantenga reuniones periódicas con el centro, el alumno -diagnosticado de un trastorno por déficit de atención y con problemas de conducta-, su familia y demás agentes implicados. En ese sentido, está previsto un encuentro la próxima semana con Servicios Sociales y Salud Mental. Educación considera que esta labor, además del «seguimiento exhaustivo» que el servicio de inspección educativa lleva haciendo del menor desde que este pasó al Santa Olaya, hace tres años, procedente de otro colegio público de La Calzada, es suficiente.

No están de acuerdo ni la familia del menor ni los padres de sus compañeros de aula, preocupados por su comportamiento, que «altera la rutina y la evolución educativa» del resto del alumnado, al que «tiene amedrentado» y al que agrede «física y verbalmente», según vienen denunciando. Unos y otros creen que «el sistema está fallando» porque no está atendiendo este caso con los recursos que serían necesarios. Los padres reclaman un docente de Pedagogía Terapéutica (PT) que dedique más horas al menor, o que los centros con alumnos de necesidades educativas especiales cuenten con educadores sociales, «porque los profesores no están cualificados para atender a niños con este tipo de trastornos», señalan.

En esa línea, la Federación de AMPAS de centros públicos (FAPAS-Xixón) remitió recientemente un escrito al Defensor del Menor, la Consejería de Educación y el Consistorio para reclamar una correcta atención a la diversidad en las aulas con más recursos, materiales y humanos.

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