La pandemia triplicó los informes hechos por el departamento

El inicio de la pandemia sanitaria y la consiguiente crisis económica no supuso un descenso de la actividad de la Policía Portuaria, sino todo lo contrario. El año 2020 se cerró con casi 1.500 informes internos elaborados, relacionados con todas las actividades que se realizan en el puerto. El año anterior habían sido unos 500. Pero este incremento se debió a que se intensificó el seguimiento de todas las operaciones portuarias con motivo, precisamente, de la pandemia. Y es que fue necesario endurecer la seguridad en todas las actividades y la Policía Portuaria fue la encargada de su supervisión.

Hay que tener en cuenta que este cuerpo de seguridad no solo se encarga de poner multas, que también, sino que son los responsables de gestionar todos los servicios que se prestan a un barco, medir las superficies ocupadas por las mercancías o coordinar las labores de limpieza de las diferentes instalaciones. Y todo eso tiene un coste que se basa en los informes elaborados por esta policía especializada, que son remitidos a los servicios administrativos de la Autoridad Portuaria de Gijón para su posterior facturación a los buques y operadores que trabajaron en El Musel.