Los patinetes eléctricos deberán dejar las aceras y circular por los carriles bici

En ese objetivo de ganar más espacio para los peatones, el concejal explicó que se prohibirá el estacionamiento de motos y bicicletas en las aceras, un aspecto respaldado, además, por la Federación Española de Municipios y Provincias, aunque es consciente de que se trata de un asunto que «tendrá mucha contestación social».

No se quedarán ahí las novedades, ya que el próximo mes de enero está previsto que se pongan en marcha los cambios en materia de zonas de carga y descarga. Pasarán a ser de horario continuo de mañana y tarde, pero con varios aspectos a tener en cuenta: «Unas zonas tendrán unos horarios y otras, uno diferente», explicó el concejal, quien apuntó que «el objetivo es que haya una mayor rotación de vehículos, por lo que deberán tener una tarjeta que permita el aparcamiento por tiempo limitado». Ese documento no es del todo nuevo, ya que existió hace varios años, precisamente para controlar los tiempos de uso de estas zonas y evitar que los camiones de reparto los utilicen como zonas de aparcamiento, pues «el espacio disponible es menguante», añadió.

En este foro ante profesionales del sector del transporte, Esteban Aparicio también habló de otros modos de distribución de mercancías y se preguntó si la utilización de bicicletas permitirán ofrecer empleos de calidad, ya que las experiencias en otras localidades europeas como Burdeos y Amsterdam son muy dispares. En cuanto a su aplicación en Gijón, señaló que «para un barrio como el de Cimavilla estarían muy bien, pero no para las grandes avenidas de El Llano, porque también pueden incidir en la velocidad del resto de los vehículos. Creo que hay que adecuar la distribución de las mercancías a los requerimientos físicos y humanos de los barrios, porque no es lo mismo Cimavilla que El Llano, Contrueces y Nuevo Roces».

El concejal defendió que el plan de movilidad gijonés no chocará con la creación de la futura Área Metropolitana de Asturias, pues «los consultores del área central van por el mismo camino que nosotros».

Mercedes de la Roza, secretaria de Asetra, pidió, por su parte, medidas de «discriminación positiva» para el sector, compatibles con el desarrollo sostenible de la ciudad, lo que derivó en el tipo de vehículo del futuro del que la Unión Europea pretende que sea de gas. Esteban Aparicio no es partidario de esta idea para «no estar sometidos al albur de lugares con poca seguridad como Argelia y los vaivenes de la política rusa». Al tiempo, advirtió de que «los transportistas también tienen que planificar sus inversiones en vehículos», al igual que los ciudadanos, pero con medidas que no supongan el despoblamiento del centro de las ciudades, «como ocurrió con Toledo, que ha quedado deshabitado y es prácticamente un parque temático».

Por ello, aportó como solución que «el transporte en áreas urbanas se tiene que realizar con vehículos de menor tamaño, pero teniendo en cuenta que la regulación ha de garantizar que lleguen a todas las zonas». Así, apostó por los vehículos híbridos, dejando la posibilidad de desarrollar el parque eléctrico para más adelante ya que, como quedó dicho, no es partidario de los vehículos de combustión a base de gas, como promueve la UE.