El picudo rojo se está adaptando al clima de Gijón

Gran parte de las palmeras canarias que han sido afectadas por la plaga del picudo rojo no se podrán salvar. Pero al trabajo del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Gijón para dar con el mejor tratamiento para estos árboles se añade la colaboración que ha establecido con el departamento de Biología de la Universidad de Oviedo para estudiar cómo se está adaptando al norte de España este escarabajo oriundo de Arabia. Sergio Rodríguez, especialista arborista de Parques y Jardines, indicó a EL COMERCIO que se analiza cómo «es la adaptación climática» del picudo rojo a las condiciones de Gijón y la conclusión es que «la hacen biológicamente». Es decir, los ejemplares que están asolando palmerales del sur de España «son mucho más grandes. Lo que han llegado al norte son de la mitad de tamaño». Además, también se ha detectado que «el clima de Gijón es favorable al desarrollo del picudo rojo». Y es que se ha constatado que desplazan mucho más por el litoral que por el interior de la región.

Una de las características de estos peligrosos animales es que, aunque en condiciones de viento favorable son capaces de volar hasta ocho kilómetros, son prácticamente ciegos «y funcionan a través del olfato. Por eso es tan importante respetar las épocas de poda de las palmeras», para que los picudos rojos no detecten las feromonas que desprenden los árboles. Y es que el verdadero peligro lo suponen «las larvas, que se alimentan de la yema de la palmera» y le ocasionan la muerte.

La clave está en lograr el tratamiento idóneo contra esta plaga y, tras mucho tiempo de ensayos con distintos productos, el Servicio de Parques y Jardines tratará a todo el palmeral de la especie Phoenix canarienses con emamectina. Este producto fitosanitario «enmascara el olor de la palmera y envenena a los escarabajos».

Así es como se tratarán las palmeras canarias de titularidad municipal, pero hay que tener en cuenta que hay muchas que son privadas. «Todos estos tratamientos cuestan dinero y no se trata de un cultivo», por lo que puede haber muchas personas que opten por la tala de los ejemplares que estén afectados por la plaga. Lo que tienen claro en Parques y Jardines es que mientras esta especie continúe siendo afectada por el picudo rojo, no se replantarán ejemplares de palmera canaria. Entre los 500 árboles que se prevé plantar este año en terrenos municipales sí habrá palmeras, pero no serán canarias, que son las más vistosas y las que mayor altura alcanzan.