Los pisos turísticos, con casi tantas plazas como los hoteles, se pasan al alquiler convencional
La falta de reservas fuerza el cambio y los dueños que aún aguantan el modelo original logran ocupación con trabajadores desplazados
MARCOS MORO
GIJÓN.
Domingo, 14 de febrero 2021, 00:50
Los pisos turísticos siguen creciendo en número en tiempos de pandemia del coronavirus. A fecha del pasado 27 de enero, el Principado tenía contabilizados 775 en su Registro de Empresas y Actividades Turísticas, que equivalen a 4.125 plazas.
Según las estadísticas a cierre de 2020 que maneja el departamento turístico de Divertia, el total de plazas de alojamiento a disposición de quienes visitan Gijón asciende a 11.299, de las que 4.550 son de establecimientos hoteleros. Por tanto, las viviendas con certificado de uso turístico (VUT) han recortado distancias hasta situarse a solo 425 plazas de diferencia con los hoteles y a 814 si se incluyen también las plazas de hostales y pensiones.
Estos datos representan un nuevo techo histórico desde que irrumpió esta modalidad de arrendamiento vacacional y consolidan una tendencia: las viviendas de particulares alquiladas a turistas como si de un hotel se tratase suponen ya el 36,5% de la oferta total de alojamientos en la ciudad.
En Gijón se está produciendo un fenómeno con los propietarios de pisos turísticos que se está replicando en toda España. Muchos de ellos, ante el desplome de viajeros y la falta de reservas por la covid, se están lanzando a colocar sus viviendas en el alquiler convencional. Para ello no hay que darse de baja como VUT. El trasvase consiste en reconvertir esos pisos turísticos en alquileres de temporada, por meses. Son menos rentables que los vacacionales pero peor es tenerlos vacíos. De momento este aumento de la oferta no se está traduciendo en una bajada de las rentas a los inquilinos (los precios en el mercado de larga estancia subieron en 2020 un 10% de media) .
Esta modalidad de temporada les permite esquivar el alquiler tradicional, con contratos de cinco años (siete si es persona jurídica) y menores rentabilidades. Estos contratos están contemplados en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y son legales, siempre y cuando no se usen como la vivienda permanente del inquilino y se justifique su temporalidad. El caso más habitual es el de la casa que se alquila para vacaciones, por obras en la vivienda habitual, así como por el desplazamiento temporal a otra ciudad por trabajo o estudios.
Los expertos inmobiliarios consultados anticipan que una vez se atisbe la recuperación tras la pandemia, muchos de los apartamentos y viviendas que pasaron de especializarse en estancias cortas al alquiler residencial recorrerán el camino inverso. Según esta tesis, el trasvase que se está produciendo en estos meses de sequía de viajeros de otras comunidades es solo una decisión coyuntural de los inversores.
También existen los que han decidido seguir apostando por el alquiler turístico, pero cambiando el perfil del cliente. Como tantos propietarios se están pasando al alquiler convencional, a los que se quedan no les está yendo nada mal y consiguen ocupación con trabajadores desplazados y gente de escapada en función de las restricciones de movilidad que las autoridades sanitarias decretan en cada momento.
El Ayuntamiento de Gijón, a través de Te-Crea, tiene contabilizadas 906 viviendas de uso turístico en la ciudad, es un desfase de 131 respecto al recuento del Principado. La explicación puede obedecer a varios factores: que los interesados hayan tramitado el permiso municipal y no hayan realizado la tramitación con el Principado; que existan expedientes duplicados, por haber solicitado dos interesados distintos una comunicación para una misma vivienda, bajas no comunicadas...
El único requisito que pone actualmente el Ayuntamiento para el alta de una vivienda de uso turístico (VUT), desde el punto de vista urbanístico, es que se alquile de forma íntegra y no por habitaciones (además de que la casa dentro de un bloque residencial sea ya una vivienda). Por ello, los interesados únicamente tienen que comunicar el carácter de uso turístico de la vivienda, presentando un impreso de comunicación ambiental acompañando un plano de la vivienda y la escritura de la misma. La administración que otorga el carácter turístico de la vivienda es el Principado, a través de la consejería correspondiente, que es quien pide a los interesados el cumplimiento de una serie de requisitos que trascienden el ámbito urbanístico. Como tener un seguro de responsabilidad civil y cédula de habitabilidad, así como que no exista prohibición de los estatutos de la comunidad de propietarios del edificio para su implantación.
El liderazgo de Gijón en materia de pisos turísticos es indiscutible en Asturias (tiene más que la suma de los de Oviedo, Avilés y Llanes) y en el norte de España, llegando a superar a Santiago de Compostela. La serie histórica en Gijón en relación con las VUT es la siguiente, según los datos aportados por la oficina municipal Te-Crea. Entre 2012 y 2017 se tramitaron altas para 151 pisos turísticos. En 2017 fueron 82. En 2018 se registró la cifra récord hasta la fecha, 272. En 2019 bajó el número de aperturas a 247 y en 2020 hubo un retroceso más acentuado con 154 altas.
Por barrios, la mayor concentración de pisos turísticos se sigue localizando en el centro (311) y La Arena (138), El Llano (81) y Cimavilla (66).
La plataforma digital Airbnb oferta actualmente más de 300 referencias para efectuar reservas en Gijón que incluyen cabañas, yates, apartamentos de todo tipo, pisos de lujo... y anuncios de bajadas de precio y protocolos de desinfección anticovid. Airbnb asegura que el turismo doméstico será clave en 2021 y los españoles querrán desplazarse a lugares cercanos y, en muchos casos, fuera de la temporada estival en pequeños grupos de familiares o amigos para aislarse en entornos seguros. Lo que se conoce como viajes cápsula. Según dicha plataforma, los destinos más demandados para ello serán: Jávea, San Sebastián, Barbate, Córdoba, Cadaqués, Gijón, Luarca, Sóller, Arona y Arties.
El municipio cuenta también con 58 viviendas vacacionales (VV), chalés que se destinan al arrendamiento turístico y que se contabilizan como plazas extrahoteleras.