El plan para Naval Gijón fía su futuro a un consorcio público-privado

Según una tasación encargada por el Puerto, todo el solar tiene un valor de 8.568.318,64 euros, si bien los 38.848,2 metros cuadrados de la Autoridad Portuaria le podrían reportar unos ingresos de 5.544.408 euros. El resto sería la parte que le correspondería a Pymar. Ni que decir tiene que son unos números demasiado elevados como para que el Ayuntamiento de Gijón pueda acometer su adquisición. El equipo de gobierno sabe que la única solución es la colaboración público-privada y piensa que un consorcio -en el que participaran además del Ayuntamiento ambos propietarios e, incluso, algún socio más- sería la mejor solución. A ello se pondrá el equipo de gobierno en las próximas semanas, pues está previsto que el 31 de julio tenga lugar la primera reunión entre la alcaldesa, Carmen Moriyón, y el presidente del Puerto, Laureano Lourido, en la que se tratará este asunto.

Lo que está claro es que el proyecto de ampliación del Bioparc Acuario Gijón será la cabeza tractora de este proyecto para que todo ese ámbito albergue un centro empresarial y de investigación vinculado a la economía azul. Es decir, relacionado con la mar y, sobre todo, con empresas limpias y sostenibles. También se involucrará a la Universidad de Oviedo en distintos proyectos de investigación e innovación y, por ejemplo, ya se habla de un centro de innovación en microalgas, con participación de la firma gijonesa Neoalgae.

El Acuario de Gijón, que tiene la concesión hasta 2038, prevé construir dos nuevas zonas: una, dedicada a los manglares, y otra, al río Amazonas. También habrá un centro de investigación y desarrollo, así como uno de recuperación de animales marinos. La labor de investigación se completaría con la Universidad de Oviedo, a través de la Facultad de Biología, para potenciar el denominado' campus del mar', junto a la Escuela de Marina Civil, el Centro de FP del Mar y el Centro Jovellanos de Salvamento Marítimo. Hay varios espejos en los que se miran las autoridades locales, como son proyectos similares que se desarrollan en Francia, Irlanda y las Islas Canarias.

La parte privada se centraría en las zonas empresariales, tanto relacionadas con la economía azul como de tipo hostelero y hotelero. Es más, ha trascendido que ya hay empresas interesadas en participar de este proyecto, incluida la Fundación Asturiana de la Energía, que tendrían a su disposición la mitad del ámbito de Naval Gijón, es decir, tres hectáreas.

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Será la zona en la que se instalen los organismos de tipo científico y universitario

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Pensada para el desarrollo de actividades relacionadas con los deportes del mar

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Servirá para conectar la ampliación del acuario con el resto del ámbito de Naval Gijón

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Se prevé la instalación de empresas de la economía azul, así como hotelería y hostelería

El equipo de gobierno está convencido de que este es el camino a seguir, la colaboración público-privada. Así lo llegó a reconocer la propia Carmen Moriyón cuando dijo que «no tenemos que buscar fuera nada para potenciar este espacio, porque tenemos lo mejor aquí», en referencia al Acuario de Gijón y su ampliación, para la que, además, podrá contar con fondos europeos a través de la Fundación Biodiversidad.

Pero también habrá un espacio dedicado a las actividades lúdicas y deportivas, con empresas que puedan ofrecer servicios de ocio relacionados con la mar y que ahora se dispensan desde el Muelle. De esta manera se combina a la perfección la parte empresarial con la de disfrute ciudadano, que es uno de los objetivos principales de este proyecto, recuperar para los gijoneses la fachada oeste de la ciudad. Pero para que todo este planteamiento llegue a ser una realidad hace falta que se alcance un acuerdo entre el Puerto, Pymar y el Ayuntamiento. A partir del día 31 de julio, cuando se reúnan Moriyón y Lourido, se podrá intuir el futuro de Naval Gijón.