El Pleno aprueba un presupuesto que «abre un camino de acuerdos» entre la izquierda

Hicieron falta dos votaciones (ambas con doce concejales a favor, doce en contra y tres abstenciones) y el voto de calidad de la alcaldesa para que el Pleno aprobara ayer, por primera vez desde diciembre de 2016, un nuevo presupuesto. «Podemos estar inaugurando un camino de acuerdos entre las fuerzas progresistas de la ciudad que nos lleve a otra forma de hacer las cosas», destacó la concejala de Hacienda, Marina Pineda, quien en su intervención final tuvo un mensaje de agradecimiento «a quien ha facilitado la aprobación de las cuentas, después de una negociación rigurosa, seria, sin líneas rojas y apostando por lo que se puede acometer, que nada tiene que ver con negociaciones pasadas».

Las destinatarias de este mensaje eran las tres concejalas de Podemos-Equo, quienes con su abstención facilitaban la aritmética necesaria para dar de paso los presupuestos y evitar la que sería la tercera prórroga consecutiva. Su portavoz, Yolanda Huergo, coincidió en que el de ayer «puede ser un primer paso, tímido pero esperanzador» para que las políticas que promulga su formación tengan reflejo en el Ayuntamiento de Gijón, aunque advirtió al equipo de gobierno de que «no hay cheques en blanco, ni los va a haber».

La concejala justificó haber optado por la abstención en que, a pesar de los «importantes avances» logrados a través del trámite de enmiendas y de los compromisos a corto plazo arrancados a PSOE e IU, «estos no son nuestros presupuestos». Añadió que aún contienen partidas «que nos sobran» como las aportaciones al Festival Aéreo o las ayudas a la Fundación Princesa de Asturias y que en su elaboración debería haber existido «una mayor implicación del tejido asociativo» a través de los consejos de distrito. «Por eso nuestra postura no ha podido desembocar en un sí».

El tercer grupo implicado en la ecuación, IU, reivindicó el acuerdo de toda la izquierda como «el mejor cordón sanitario y la mejor vacuna contra la involución que son las políticas de derechas». Su portavoz, Aurelio Martín, celebró que con la aprobación del presupuesto «Gijón vuelva a un escenario de normalidad» y consideró que el proyecto votado ayer «es el mejor posible, conecta con la mayoría social y política de la ciudad y permite ir desarrollando un programa de gobierno sobre las 88 medidas del acuerdo alcanzado para este mandato entre el PSOE e IU». Añadió que el acercamiento de posturas con Podemos-Equo en torno a estas cuentas «es una oportunidad para que en la izquierda sigamos hablando».

La visión de los presupuestos y de la forma en que se han tramitado es muy distinta entre los cuatro grupos de la oposición que votaron en contra. «Dijeron que sus criterios serían mantener la senda de la reducción del gasto corriente, dar una atención prioritaria a los servicios sociales, potenciar la capacidad de inversión y apoyar la actividad económica. Eran buenos principios, pero como no les gustaron a sus socios de la izquierda radical tuvieron que cambiarlos», reprochó al equipo de gobierno Rubén Pérez, de Ciudadanos. El concejal de la formación naranja lamentó que «solo han negociado con Podemos y cerraron la puerta a otras posibilidades» y advirtió de que «el presupuesto de 2017 se pactó con los mismos socios, y ya sabemos a dónde nos condujo: la superación de la regla de gasto y un plan económico plagado de restricciones».

El portavoz de Foro, Jesús Martínez Salvador, también dijo haber echado en falta «una voluntad real de buscar acuerdos» con otras fuerzas manifestó su sorpresa por la postura de Podemos para facilitar el presupuesto, «a pesar de que solo han conseguido modificar el destino del 0,48% del dinero. Parece que el abrazo entre Sánchez e Iglesias aquí se ha quedado en un pírrico apretón de meñiques. Lo fían todo a la buena marcha de los remanentes, que es un dinero virtual que ya veremos cuánto suma y cuándo».

Alberto López-Asenjo, del PP, lamentó la ausencia de «un proyecto de ciudad» en unos presupuestos «que son puro revisionismo y aplican fórmulas del pasado que en nada van a atender las necesidades de Gijón». Consideró que a la hora de diseñar unas cuentas municipales «la ideología es importante, pero sobre todo hay que aplicar realismo y prudencia».

Desde Vox, Eladio de la Concha criticó que estén plagados de subvenciones «a asociaciones de proselitismo ideológico».