El Principado imparte formación ciudadana ante un hipotético escape contaminante

Este nuevo sistema de alerta irá acompañado de una formación a los ciudadanos sobre el tipo de respuesta que se espera ante estos avisos. El Ayuntamiento, a través de las asociaciones de vecinos y los principales centros escolares, ya ha comenzado a organizar diferentes charlas con el objetivo de concienciar a los ciudadanos sobre este peligro y la respuesta correcta ante el mismo. La divulgación se complementará con el reparto de una serie de trípticos en los que se ilustra gráficamente lo que cada ciudadano debe hacer durante estos episodios. En este sentido, el protocolo es claro: una vez escuchen las sirenas deben buscar refugio en la casa o local más próximo, a ser posible en los pisos más altos.

Una vez en lugar seguro, se debe proteger el espacio cerrando puertas y ventanas y colocando paños húmedos en las rendijas. También se recomienda desconectar la toma de gas y corriente. Tras completar este protocolo, se aconseja encender una radio a pilas para seguir así las instrucciones difundidas por Protección Civil.

Por el contrario, el protocolo desaconseja tajantemente salir a la calle antes de escuchar el fin de la emergencia, abandonar los edificios hasta recibir instrucciones, usar el teléfono móvil, salvo que ello sea estrictamente necesario y fumar o encender cualquier tipo de llama. Además, los trípticos que se repartirán entre la población llevan también incorporados varios códigos QR para ser escaneados con el teléfono móvil, que reproducirá el sonido de las alarmas.

Esta formación se completará a finales de mes con un gran simulacro en la zona oeste de Gijón. Para esta acción se espera contar con el mayor número de participantes posible. Será el colofón a la puesta en marcha de un protocolo que afecta a siete industrias del concejo. Por sus características y la de los procesos químicos que supone su actividad, las instalaciones de Repsol en la Campa Torres, la térmica de Aboño, los almacenes de Galp, CLH, Petróleos Asturianos, Green Logistics Platforms en El Musel y la factoría de Arcelor en Veriña han corrido con el coste de la instalación de las sirenas, que se han ubicado de modo prioritario en los terrenos de las propias empresas o sobre suelo público municipal.

No obstante, también podrán situarse en terrenos privados, previa autorización de su titular. Arcelor ha invertido en estas sirenas medio millón de euros, mientras la Autoridad Portuaria cifra el coste de las suyas en algo más de 150.000 euros.

Asociaciones vecinales y demás entidades han recibido con satisfacción la incorporación de este nuevo protocolo. Sin embargo, la mayoría considera que la medida llega «tarde» y se debería haber implementado con anterioridad. «Es algo positivo, pero necesitamos mucho más», advertía Adrián Arias, presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales (FAV), para quien estas sirenas simbolizan un comienzo de victoria para la presión social creada en torno a estas industrias y sus peligros contaminantes.

En este sentido, se ha demandado al Principado el poder disponer de más tiempo para organizar las charlas informativas y así lograr que el mensaje cale entre el mayor número de gente posible. «Queremos organizar el simulacro de la mejor forma posible para que sirva de verdad», explicó Arias, quien pese a reconocer que este tipo de situaciones de emergencia «no tienen por qué producirse nunca», reivindicó la importancia de que la ciudadanía esté suficientemente informada para afrontarlas. «Nos han dicho que progresivamente se irán sumando más métodos. Esperamos que así sea», advirtió.

De lo que no cabe duda es de que si la catástrofe de Seveso sirvió de algo fue precisamente para que ciudades como Gijón se blinden en cuanto a posibles escapes contaminantes y para que en el remoto caso de que ello ocurriese, los ciudadanos sean conscientes del valor de mantener la calma.