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«Muchos hosteleros tendrán que pedir limosna. Nos han cerrado sin darnos ninguna solución»

«Muchos hosteleros tendrán que pedir limosna. Nos han cerrado sin darnos ninguna solución»

El propietario de un negocio de ocio nocturno de Gijón protagoniza una llamativa protesta para reivindicar medios que permitan «paliar el desastre económico que supone estar cerrados»

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Viernes, 28 de agosto 2020, 13:28

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Lo de «adaptarse o morir» es más necesario que nunca en una época de tiempos convulsos y de cambios prácticamente a diario. Esa premisa es la que ha llevado al propietario de una coctelería en Gijón a protagonizar una llamativa protesta. Consciente de que es complicado empatizar con los problemas ajenos si no se les pone cara, J. decidió salir a la calle a mostrar lo que podría pasar si se prolonga el cierre de los negocios de ocio nocturno a causa de la crisis sanitaria del coronavirus. «Autónomo, propietario de un 'pub' arruinado, pide limosna para afrontar los pagos de: salario de los trabajadores, pago de autónomos, alquiler del local, impuestos, autores SGAE, riesgos laborales, proveedores de mercancía no vendida, luz, agua, alquiler de vivienda, material desinfectante, asesoría, serenos. Y para que mi familia pueda tener un techo y un plato de comida», rezaba un cartel que escribió con «el ánimo de agitar a la opinión pública y al sector» .

«Muchos hosteleros tendrán que pedir limosna. Nos han cerrado sin darnos ninguna solución y, además, tenemos que seguir pagando todo, hasta los impuestos de la Administración» , critica el dueño de un negocio que contaba con dos empleados y que tuvo que cerrar sus puertas, como el resto de establecimientos de ocio nocturno, el pasado 18 de agosto.

Sin embargo, este propietario no quiere que la protesta se personalice en su situación concreta porque considera que debe ir más allá. «Nos afecta a muchos hosteleros de Asturias. La Administración ha provocado una situación extrema y grave para muchos autónomos escudándose en la protección de la salud sin dar solución al gravísimo problema que han causado ellos mismos. Nuestro único pecado para la administración es tener unas licencias que nos permiten abrir por la noche» , lamenta.

Para este hostelero la solución no pasaría por autorizar la apertura en horario diurno. «Un negocio adaptado a unas determinadas características no es fácil de cambiar. Algunos, por ejemplo, no tenemos cafetera ni bebidas del día. Pero si nos obligan a cerrar, lo mínimo sería que nos facilitasen medios para paliar el desastre económico que nos supone no abrir», demanda este gijonés que pretende dar voz a los problemas de todo un sector.

EC

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