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Agentes de la Policía Local auxiliaron esta tarde a un hombre al que le quedó una mano atrapada en una máquina de refrescos cuando se disponía a recargarla. Sucedió en torno a las 16.30 horas en la planta del Centro Comercial San Agustín donde se encuentra el gimnasio Altafit, cuando usuarios se percataron de que esta persona estaba manipulando el dispensador de bebidas y era incapaz de volver a sacar la extremidad atascada al exterior. Cuando llegaron los bomberos el hombre ya había conseguido liberarse con la ayuda de los policías y no tuvieron finalmente que intervenir. Todo quedó en un gran susto y al protagonista del incidente no le quedó lesión y pudo volver a incorporarse a su puesto de trabajo en el gimnasio tras ser examinado en un centro sanitario por precaución.
La anécdota provocó un importante revuelo en el centro comercial donde también tiene su sede de forma provisional el lugar de encuentro habitual de los mayores de la zona centro.
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