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José María Tejedor tomó ayer los últimos votos de la Compañía de Jesús en el Natahoyo. DAMIÁN ARIENZA
«Quiero trabajar con jóvenes en riesgo»

«Quiero trabajar con jóvenes en riesgo»

El tinerfeño José María Tejedor tomó los últimos votos para conventirse en jesuita. «En Gijón he encontrado mi sitio»

GUILLERMO MAESE

GIJÓN.

Lunes, 1 de noviembre 2021, 00:29

Se arrodilló frente al altar de la iglesia de San Esteban del Mar, en El Natahoyo, y juró cumplir los votos de pobreza, castidad y obediencia. «Mi vocación jesuita será perpetua». José María Tejedor (Tenerife, 1985) ya es oficialmente un hermano jesuita de la Compañía. A la ceremonia acudieron familiares y amigos. «Su visita me hace muy feliz. Siempre me he sentido apoyado por ellos», aseguró a las puertas del templo.

Han tenido que pasar siete años para que en Gijón se vuelva a celebrar una ceremonia pública y solemne de últimos votos. El 31 de mayo de 2014 la iglesia de la Inmaculada acogió los últimos votos de Javier Gómez. En esta ocasión la misa fue oficiada por Pedro García Vera, hermano jesuita superior en Asturias.

En 2004 Tejedor, tras varias colaboraciones en la parroquia de su barrio en Tenerife, inició el noviciado de la Compañía de Jesús en Zaragoza. Durante el mismo se traslada a Salamanca para terminar sus estudios universitarios. Es licenciando en Historia por la Universidad de Salamanca. Su etapa de magisterio la realizó en Urcos (Perú). En 2011 regresa a España para licenciarse en Teología. Más tarde, en la Universidad de Deusto, cursó un máster de Menores en Riesgo. «Esto afianzó mi vocación jesuita y mis ganas de trabajar con los jóvenes en riesgo de exclusión», explica.

En 2015 es destinado a Gijón , donde trabaja en la Fundación Hogar de San José y colabora en la parroquia del Natahoyo. «Es un trabajo muy bonito y gratificante, pero también muy duro porque son niños con muchas necesidades. Los jóvenes te lo dan todo, aprendo cada día con ellos. Su forma de afrontar la vida es una lección para quienes les acompañamos a diario», expuso ayer Tejedor.

En el año 2018 realizó la tercera probación en Cochabamba (Bolivia). Se trata de un tiempo en el que se vuelven a vivir las experiencias fundamentales del noviciado para que el jesuita, hermano o sacerdote, alcance una síntesis de su formación espiritual, apostólica e intelectual y sea plena y definitivamente incorporado a la Compañía de Jesús. «Fue una gran experiencia porque supe rodearme de personas que me aportaron mucha fe y espiritualidad. A lo largo de mi vida me he encontrado con mucha gente enriquecedora, soy un afortunado», resaltó.

Su integración definitva en la Compañía de Jesús no le ha supuesto un cambio de destino. «Siempre estaré dispuesto a ir allá donde me necesiten, pero en Gijón ya me encuentro como en casa. En esta ciudad he encontrado mi sitio. Aquí puedo desarrollar mi vocación de servicio, que en este caso se centra en jóvenes en riesgo de exclusión social».

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