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La médico Esther Álvarez Cueto supervisa junto a una compañera un reciente reconocimiento médico. JOAQUÍN PAÑEDA
Los reconocimientos médicos del Patronato arrastran una lista de espera de más de un año

Los reconocimientos médicos del Patronato arrastran una lista de espera de más de un año

La falta de refuerzos de personal y los bajos precios de los servicios han colapsado en los últimos meses el Centro de Medicina Deportiva

ÓSCAR PANDIELLO

GIJÓN.

Sábado, 30 de diciembre 2017, 00:42

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Colapsado y sin recursos suficientes para satisfacer la demanda. En este estado se encuentra el servicio municipal encargado de efectuar reconocimientos médicos a los deportistas de la ciudad. Pese a que no es habitual encontrar una alternativa pública en este tipo de evaluaciones médicas, en Gijón, el Centro de Medicina Deportiva -dependiente del Patronato Deportivo- realiza a diario estos controles «con un equipo técnico de calidad» a la altura del de cualquier clínica privada del Principado. Las colas para evaluar las capacidades físicas, sin embargo, no paran de crecer.

¿Cuánto tiene que esperar un ciudadano si decide registrarse hoy en la lista de espera para pasar dicho reconocimiento? «Ahora estamos dando fechas para el 15 de enero de 2019», responde la encargada del centro médico, María Esther Álvarez Cueto. El motivo de este desborde se puede explicar desde varios factores. Primero, por el limitado número de profesionales que trabaja en el centro: una médica, una enfermera, una auxiliar y un administrativo. Esto reduce la capacidad de atender a los ciudadanos, que pueden invertir desde media hora hasta más de una hora y media en el centro, dependiendo de la prueba a realizar. Así, en una jornada laboral se pueden examinar desde cinco a diez pacientes.

Después, otro elemento que hace atractivos los reconocimientos es el precio. Echando un vistazo al portal web del centro, las tarifas oscilan desde los tres euros por 'Consultas varias en enfermería' hasta los 125,80 por una ergometría directa con recogida de gases aspirados. Por 18,70, además, se realiza un reconocimiento médico deportivo para cualquier persona mayor de 64 años, menor de doce o deportista con licencia federativa. «Más que un precio es una tasa. Son cantidades muy competitivas en comparación con el sector privado», asevera Álvarez Cueto.

Sin refuerzos de plantilla

A corto plazo, pese al colapso que presenta el servicio, no hay previsión de aumentar la plantilla. Las cuatro plazas con las que cuenta el centro, eso sí, están en proceso de consolidarse de cara a 2018 a raíz de la aprobación de los planes de empleo. Esto es, el paso de contratos temporales a fijos previstos en buena parte de la plantilla municipal. «Además de la carga diaria de trabajo también invertimos mucho tiempo en formarnos haciendo cursos y acudiendo a congresos», subraya la médica.

Es habitual, además, que las profesionales que trabajan de lunes a viernes en el Centro de Medicina Deportiva realicen más horas de las fijadas ya que, según explica su responsable, «muchas veces te da palo ver a la gente esperando mientras tú estás en la hora de la comida». Así, pese a considerarse «un servicio de calidad para la ciudadanía, parece que de momento no se ve el motivo para reforzarlo».

Como muestra de la buena acogida con la que cuenta el programa sanitario del Patronato, solo hace falta atender a la gran cantidad de personas ajenas a Gijón que acuden a la ciudad solo para completar su reconocimiento médico. «Sí, la verdad es que nos viene gente de todas partes: muchísimos concejos de Asturias, gallegos, cántabros, leoneses...», enumera.

De jubilados a profesionales

El perfil de las personas que acuden al centro es variada: desde menores y jubilados que realizan las pruebas para inscribirse a los cursos del Patronato hasta deportistas federados de toda clase que necesitan el certificado médico para seguir compitiendo en sus disciplinas. «Hay muchos que vienen por necesidad para acudir a ultramaratones y a pruebas de exigencia extrema, aunque no son los más habituales», apunta Álvarez.

Pese a la gran cantidad de deportistas a los que atienden, sin embargo, la sensación de los responsables del centro es que «no hay mucha concienciación ciudadana» acerca de los riesgos que conlleva hacer deporte sin las necesarias precauciones. Esta circunstancia se puede comprobar de primera mano en una prueba como la San Silvestre, que mañana llenará las calles de la ciudad de corredores profesionales y aficionados. «Hay algunos que se toman la carrera como una fiesta e incluso vienen con algunas copas de más a correr», lamenta la médica.

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