La red de ciclocarriles de Gijón, aún a medias

Sumarían 15 kilómetros de recorrido, como complemento a la trama de carriles bici desarrollada a lo largo de los últimos años, en ocasiones uniéndolos entre sí y ofreciendo un espacio seguro para la circulación en bicicleta por importantes ejes urbanos que hasta ahora carecían de él. Su diferencia con respecto a la mayoría de las vías ciclistas que se habían creado hasta ese momento en Gijón era que no representarían un espacio de uso exclusivo para las bicicletas. Al contrario. El objetivo era precisamente potenciar la convivencia con el tráfico motorizado.

Para ello, se marcaría sobre el asfalto una señalización viaria específica consistente en un trazado por el centro del carril -que es por donde deberían circular preferentemente los ciclista- que iría acompañado de la limitación de la velocidad en ese espacio a 30 kilómetros por hora, frente al límite general de 50. En algunos cruces, además, se pintaron a la altura de los semáforos zonas de detención adelantada para su uso exclusivo por parte de bicicletas y motos, para que cuando la luz se ponga en verde puedan retomar la marcha antes que los vehículos de cuatro ruedas.

Apenas dos semanas después del anuncio de esta medida, operarios de Emulsa, empresa responsable de la señalización viaria en la ciudad, empezaron a marcar el primero de los ciclocarriles, de punta a punta de la avenida de la Costa. No sin sorpresa, pues se eligió para su emplazamiento el carril situado en el lado izquierdo de la calzada, decisión que el Ayuntamiento justificó en la necesidad de evitar que la limitación de velocidad afectara a los autobuses de EMTUSA, cuyas paradas están situadas al lado derecho.

Manuel Llaneza y Pablo Iglesias fueron las siguientes en contar con este espacio para bicicletas. Y a finales de julio se habían completado ya 6,5 kilómetros de ciclocarriles en la zona centro, sumando el eje Uría-Plazuela-Menéndez Valdés-San Bernardo así como las calles Munuza, Palacio Valdés, Álvarez Garaya, Felipe Menéndez,Pedro Duro y Domingo García de la Fuente. Desde entonces, no obstante, no se ha señalizado ninguno más. En el tramo final del verano, se prefirió dar prioridad a los trabajos de reordenación viaria en el entorno de los colegios, con la intención de retomar a continuación el pintado de estas vías ciclistas y de otros elementos como un carril bus provisional en el carril derecho de Pablo Iglesias.

Según el plano presentado hace ya un semestre, quedarían pendientes 9,5 kilómetros. Las vías aún a la espera son Marqués de San Esteban, Rodríguez San Pedro, Juan Carlos I, Menéndez Pelayo, Ramón y Cajal, Pérez de Ayala, el tramo de la avenida del Llano que carece de carril bici (entre Pérez de Ayala y Pablo Iglesias), el tramo de Hermanos Felgueroso que une la Carretera de la Costa y Pablo Iglesias, Ezcurdia (entre La Guía y la avenida de Castilla), la avenida del Jardín Botánico (desde La Guía hasta Albert Einstein) y en La Calzada el circuito avenida de la Argentina-Simón Bolívar-Los Andes.

Carlos Rodríguez, de 30 Días en Bici, pide «aprovechar antes de que llegue el invierno» para pintarlos y destaca que son espacios «que se están usando mucho y que los coches respetan».