La reforma del Muro dejará sin acceso directo en coche a una treintena de portales y garajes

Los cambios que recoge el anteproyecto para la reforma del Muro en su intersección con otras vías del barrio de La Arena dejará sin acceso directo en coche desde la costa a una treintena de portales y garajes, cuyos residentes y usuarios deberán buscar rutas alternativas a través de calles interiores del barrio. A la espera de que el plan se convierta en definitivo y se concrete la afección a cada bloque del entorno, muchos vecinos no ocultan su malestar con este cambio forzado en sus rutinas, mientras otros celebran que en el entronque de Rufo García Rendueles con otras calles la circulación de vehículos deje paso a zonas estanciales y de juegos infantiles.

Uno de los puntos que el Ayuntamiento define como «espacios de oportunidad» ligados a la remodelación integral del Muro es el tramo inicial de la calle Emilio Tuya, donde en la actualidad existe una plazoleta peatonal decorada con una gran ancla y que la señalización vigente recomienda a los vehículos que circulan por el Muro como itinerario preferente para salir de la ciudad por Torcuato Fernández Miranda o para dirigirse a El Molinón. El anteproyecto presentado esta semana plantea convertir este lugar en una plaza ajardinada que incluiría «una pista de juegos con lámina de caucho» y espacio para terrazas de hostelería, peatonalizando para ello la calzada frente al bloque que conforman los portales 2, 4, 6 y 8 de Emilio Tuya. Si bien se respetaría el acceso al garaje comunitario de este edificio -con entrada desde Rufo García Rendueles-, esta peatonalización impediría acceder directamente del Muro hacia el resto de Emilio Tuya, lo que perjudicaría especialmente a la siguiente manzana, que suma siete portales y cuatro garajes comunitarios.

La entrada a estos últimos solo podrá hacerse llegando desde la calle Premio Real, a la que el tráfico procedente del centro tendría que entrar por Marqués de Casa Valdés. «Me parece una tontería cortar este acceso. Yo entro siempre por el Muro y salgo por Ezcurdia y ahora nos harán dar mucha más vuelta», lamenta Luis Lallende, partidario de «echar abajo este invento que nos quieren vender». Menos reacio se muestra José Luis Montoto, también usuario de estos garajes. «Como vecino sería partidario incluso de una peatonalización total del Muro. Aunque admito que yo mismo soy 'cocheinómano', tenemos que acostumbrarnos a ir suprimiendo los vehículos antes de llegar a los niveles que hay en las grandes ciudades». Añade no obstante que «esto va en gustos, como se vio también con la avenida de El Molinón».

Cristina Moro, pedagoga en el centro de valoración de personas con discapacidad situado junto a la plazoleta que se pretende remodelar, considera que «no afectará a mi día a día», aunque opina que «es una zona muy fría para poner terrazas». Mariluz Lence, vecina de los bloques que quedarán sin acceso directo de vehículos desde el Muro, entiende que el cambio «puede perjudicar a la gente que va en coche, pero yo soy partidaria del 'cascayu' y sí entiendo que hace falta algo más guapo y agradable para pasear por la zona». Una opinión diametralmente opuesta a la de José Manuel Cosío, también residente de este entorno, quien califica de «desastre» los planes municipales. «Que quieras entrar en coche desde la playa y tengas que dar la vuelta por otro lado no tiene sentido. En lugar de para adelante vamos hacia atrás». Añade que «si querían mejorar la plaza podrían haber puesto bancos en su momento y no ese 'morrillu' del ancla».

La propuesta del Ayuntamiento también plantea intervenir en la plazoleta situada frente al hotel Príncipe de Asturias, ampliando el espacio peatonal a costa de eliminar la salida que tiene el tráfico desde la calle Manso hacia el paseo litoral y la entrada desde el Muro hacia Canga Argüelles. Para llegar en coche a una decena de portales de esta última calle (del 11 al 23 y del 22 al 26) será obligatorio hacerlo por la calle Manso, rodeando por Aguado, Aquilino Hurlé o Castilla. Entre los afectados estarán quienes acceden desde el Muro a dos garajes de Canga Argüelles, uno comunitario y otro privado. El dueño de este último, el Garaje Miami, prevé complicaciones sobre todo para los usuarios derivados desde el hotel Príncipe de Asturias, al que presta servicio. Por su parte el director del alojamiento, Javier Rodríguez, pide que el proyecto contemple un espacio «donde los clientes puedan aparcar un momento para dejar y coger las maletas». Jeanette Pérez, empleada de un centro de estilismo de la zona, cree que «aumentar la gente que va caminando a la playa, si no puede hacerlo en coche, igual sí puede ayudar al negocio porque pasen y lo vean con calma».

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