El regreso de las corridas de toros en agosto, muy apurado por los plazos administrativos
La dificultad añadida es que un arquitecto firme que la plaza está en buen estado existiendo informes municipales que lo cuestionan
Foro, PP y también Vox recalcaron en la campaña electoral que recuperarían las corridas de toros si llegaban al gobierno. Es más, subieron su apuesta, ... y dijeron que este mismo verano sería posible que estuvieran de vuelta. Ahora, si finalmente llegan a un acuerdo y se ponen al frente del Consistorio, tocará cumplir la palabra dada.
La cuestión, y esto ya se sabía, es que los plazos van bastante apurados. El primero es de cajón: el Ayuntamiento no se constituye hasta el sábado 17 de junio. Son más o menos dos meses antes de las fiestas de Begoña, la fecha elegida para la convocatoria. O sea, que ya se tendría que estar trabajando en este asunto para que se convierta uno de los primeros temas que apruebe la Junta de Gobierno municipal en cuanto se constituya.
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Promueve el Ayuntamiento Licitar una concesión administrativa de explotación de la plaza a cambio de un canon.
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Promueve un empresario Solicita el uso, Divertia lo autoriza y se inician los trámites. Es la opción más factible.
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Contratación de una empresa para que lo organice Requiere una modificación presupuestaria y una licitación.
¿Qué vías hay? La primera decisión es si será el Ayuntamiento o un empresario taurino quien lidere todo este proceso. Si es el gobierno local quien va a promover la celebración de las corridas de toros tendrá que licitar una concesión administrativa de explotación de la plaza a cambio de un canon. Hasta la fecha es la que siempre se siguió. La gran ventaja es que al Ayuntamiento no le cuesta dinero, es más, lo gana, Llegó a ser de 50.000 euros, aunque se rebajó a 25.000 en 2021. El contra, que lleva varios meses. Se puede tomar como referencia, por ejemplo, el verano de 2016. Entonces se empezó el proceso en diciembre de 2015. Hay que tener en cuenta que se trata de un contrato para el que hay que elaborar los pliegos, publicarlos, abrir período para la presentación de ofertas, valorarlas y licitarlo.
Pero podría ser que fuera el empresario taurino el que iniciase los trámites, o sea que sea él quien solicita usar la plaza para una convocatoria de estas características. En este caso va a través de Divertia, que es quien lo autoriza. Si lo hace lo deriva posteriormente a los correspondientes departamentos municipales para el inicio de los trámites que sean necesarios teniendo que seguir la instrucción municipal. Esta sería la vía que mejor encajaría incialmente aunque tendrían que apurarse mucho los plazos para que acabe dando tiempo. Además, dado que la autorización inicial la tendría que dar Divertia sería necesario que ya hubiesen cambiado los consejeros y la gerente actual. Eso es cuestión de días, pero en los plazos que se manejan todo suma. El contra, aunque en vista de las manifestaciones recientes no parece que vaya a ser tal, es que un empresario taurino inicie los procedimientos.
Y habría una más, la más compleja si Foro y PP quieren cumplir su palabra. Que el Ayuntamiento contrate a una empresa para que se encargue de hacer las corridas de toros. Esto requeriría de una modificación presupuestaria y una licitación. Harto complejo en los plazos que se mueven.
Estado de la plaza
Superada la casuística, quedaría algo no menor, la tramitación de la autorización por parte del Principado. Estas solicitudes tienen que incluir (y cumplir) varios aspectos que vienen recogidos en el reglamento de espectáculos taurinos, que es una normativa estatal que exige que se presenten con una antelación mínima de cinco días. Los hay que no suponen algún problema como son la clase y procedencia de las reses a lidiar, el nombre de los lidiadores, o el número y clases de los billetes. Otros que, hoy por hoy, sí. Es el punto 2, apartado a: «Certificación de arquitecto, arquitecto técnico o aparejador, en la que se haga constar taxativamente que la plaza, cualquiera que sea su categoría, reúne las condiciones de seguridad precisas para la celebración del espectáculo de que se trate».
Este punto es el polémico dado que existen informes municipales encargado por el equipo de gobierno en funciones que cuestionan el estado del inmueble. Superado el inicial que pintaba un estado catastrofista, el segundo amortiguó bastante ese relato y ya se refirió a algunas zonas menos estables. Aquí la solución pasaría, como ya dijeron los partidos en campaña electoral, en usarla parcialmente y no en su totalidad. El problema no será tanto llevar a cabo eso como que un arquitecto técnico estampe su firma avalándolo.
Además, aunque no debería de interferir en ello, se ha presentado a una convocatoria europea un proyecto para remodelar El Bibio, que sirva para potenciar y fomentar su uso con actividades que sí sean realmente culturales y lúdicas.
Si los obstáculos fueran muchos y se siguiera en el empecinamiento de que volviese a haber toros en la ciudad se llegaría a un plan b con un handicap: no sería en El Bibio sino una plaza portátil a ubicar en algún punto de la ciudad. Aunque posible, es harto complicado y nunca llegó a buen puerto.
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