«Es rotundamente falso que la EBHI no quiera reunirse con los trabajadores»

Desmienten que se hayan negado a negociar, justifican el reajuste laboral por pérdidas millonarias y condenan unos hechos vandálicos «que nada tienen que ver con el derecho a huelga». La representación empresarial de la EBHI respondió ayer las críticas vertidas por los trabajadores de la terminal granelera y dar su versión sobre el conflicto laboral en el que están inmersos. «EBHI no ha despedido a nadie ni pretende hacerlo en los próximos meses. Sí se producirá, como en miles de empresas, el vencimiento de los contratos relevo. Ninguno de los siete trabajadores temporales tiene más derecho legal que el de trabajar hasta la finalización de su contrato. Pretender un aumento de plantilla en una empresa en pérdidas es una irresponsabilidad», explican sobre el núcleo central del conflicto.

Sobre la queja de los trabajadores respecto a la negativa de la empresa a negociar, esta lo desmiente de forma tajante. «Es rotundamente falso que la EBHI no quiera reunirse con los trabajadores. La dirección lo ha hecho, en el último mes, durante más de 80 horas con la representación que se han dado a sí mismos los trabajadores», aseguran.

La representación empresarial de la terminal granelera se muestra especialmente contundente a la hora de referirse a los actos vandálicos ocurridos en los últimos días y que precipitaron el bloqueo de las negociaciones.

«Poco o nada tienen que ver con el legítimo derecho a la huelga», dicen sobre un sabotaje que, aseguran ha supuesto daños «superiores a cien mil euros». En opinión de la empresa, estos hechos están «amparados, cuándo no alentados, por parte de quienes después dicen condenarlos», en clara referencia al comité de empresa, que trata de desmarcarse de lo ocurrido.

Mientras, las protestas no cesan. Casi un centenar de personas se manifestó en la tarde de ayer en el centro de Gijón para reclamar una solución al conflicto. Lo hicieron en bicicleta, en una protesta que arrancó ante el edificio de la antigua sede de la Autoridad Portuaria, en la calle Claudio Alvargonzález y que se vio acortada por el mal tiempo. Los sindicatos tratan de reconducir una situación que, reconocen que, « si antes ya era tremendamente compleja, ahora nos saca del escenario».