Santander abre una línea a Dublín mientras Gijón sigue a la espera de la autopista del mar

Los demás puertos del Cantábrico no se han quedado quietos e incluso con el tiempo han ido añadiendo líneas para carga rodada (también llamada ro-ro). El último movimiento se acaba de realizar en el puerto de Santander, que ha anunciado que conectará con Dublín dos veces a la semana gracias a la naviera luxemburguesa CLdN, que ya dispone de conexiones desde la capital cántabra con Liverpool, Brujas y Amberes. Pero, además, en Santander también opera la compañía Brittany Ferries, que conecta la localidad con los puertos de Portsmouth, Plymouth y Cork.

Un poco más al este se encuentra el puerto de Bilbao, donde Brittany Ferries también tiene servicios a Portsmouth, pero además cuenta con líneas ro-ro con Rosslare, Tilbury (Londres), Brujas y Amberes, a cargo de las navieras Finnlines y Grimaldi Lines. Hacia el oeste se encuentra el puerto de Vigo, que dispone de la única autopista del mar del Cantábrico y que lo enlaza con Saint Nazaire gracias a la flota de Suardíaz. Pero el puerto gallego dispone también de más conexiones ro-ro que, mediante enlaces, puede hacer llegar sus mercancías a prácticamente cualquier lugar del mundo.

En El Musel esa posibilidad solo existe para los contenedores, a través de las grandes navieras internacionales, pero no para el tráfico ro-ro, que se ha eliminado de las dársenas locales. Los números son bien claros. Según las estadísticas de Puertos del Estado, en 2013, último año completo en el que estuvo operativa la autopista del mar, pasaron por los muelles de El Musel 13.605 automóviles y 661.384 toneladas de mercancías ro-ro, es decir, en camiones, trailers y semirremolques. Al año siguiente, con una operatividad de solo ocho meses y medio, la autopista del mar que gestionaba la naviera gala LD Lines registró en el puerto de Gijón 16.882 automóviles y 479.342 toneladas de mercancía ro-ro. ¿Cómo está la situación en la actualidad? Los números vuelven a ser elocuentes. Puertos del Estado indica que en 2020 en El Musel hubo cero automóviles en régimen de pasaje y cero turismos, autobuses y camiones en el de mercancías. Los datos son muy diferentes en los principales puertos competidores de Gijón. La autopista del mar de Vigo no transportó ningún vehículo en régimen de pasaje, ya que no está pensada para su uso turístico, pero como mercancía se contabilizaron 512.788. También muy altos son los números que presenta el puerto de Santander, con 31.431 automóviles en régimen de pasaje y 324.208 turismos, autobuses y camiones en el de mercancía.

Y es que estos dos puertos han sabido aprovechar la oportunidad que les brindan las fábricas automovilísticas de su zona de influencia. Gijón lo llegó a hacer en su momento, gracias a las exportaciones de las fábricas de Renault hacia el centro de Europa y que ahora utilizan las dársenas cántabras. Por su lado, el puerto bilbaíno contabilizó 21.207 vehículos como pasaje y 7.067 como mercancía.

Es decir, todos los puertos del norte han ido potenciando un servicio que Gijón dejó abandonado y fiándolo todo a una autopista del mar cuya reapertura depende de subvenciones públicas y de acuerdos entre los gobiernos de Francia y España.

En Santander han tomado el tráfico ro-ro como una de sus especialidades y el propio presidente de la Autoridad Portuaria, Francisco Martín, reconoce que el puerto se ha situado «a la cabeza del tráfico rodado entre España y el norte de Europa». Entre tanto, Gijón sigue a la espera de que Balearia haga un nuevo estudio de viabilidad en base a los posibles tráficos y las ayudas públicas para decidir si retoma la autopista del mar o no.