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Sara González Lolo, en el paseo del Muro. DANIEL MORA
Sara González Lolo, oficio y talento en el Olimpo europeo

Sara González Lolo, oficio y talento en el Olimpo europeo

Capitana del Hostelcur desde hace dos años, esta gijonesa levantó hace una semana su cuarta Copa de Europa

ÓSCAR PANDIELLO

Domingo, 25 de marzo 2018, 01:41

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Aunque las victorias no lo son todo en el deporte, lo cierto es que el palmarés de Sara González Lolo (Gijón, 1992) ya le ha convertido en una de las mayores figuras del deporte asturiano con tan solo 26 años. Vinculada al stick y a los patines desde que cumplió los 12, la carrera deportiva de esta joven gijonesa ha estado unida al que, con el paso de los años, se convertiría en el equipo de sus amores, el Hostelcur Gijón. Una relación que cada año se hace más fuerte pese a las numerosas complicaciones que suponen brillar en un deporte minoritario y, además, siendo mujer.

Vinculada desde su nacimiento al barrio de Moreda, de madre funcionaria y padre autónomo, González Lolo siempre practicó deporte por influencia de su entorno familiar. Ya fuese en la piscina o con los patines, sus padres y su tía –a la que siempre ha considerado como una segunda madre– le animaron desde el primer momento a no dejar de lado la actividad física. Todo ello, mientras completaba su primera época estudiantil en el colegio Atalía y, posteriormente, en el instituto Emilio Alarcos.

A los doce años tomaría la decisión de enrolarse en las filas del Biesca Gijón, como entonces se denominaba el equipo. Sería gracias a los ánimos de Pulgui, histórica capitana y entrenadora del club con la que ya trabajó desde el Atalía. Con apenas quince años ya comenzó a entrenar con el primer equipo y tres temporadas después, según explica, su posición en la plantilla cogió fuerza. Siempre ligada al número 5, su rol en el equipo se definió como cierre: dando apoyos a sus compañeras desde la parte trasera de los ataques, distribuyendo juego y cortando los ataques rápidos del rival. En la temporada 2015-2016, asimismo, es nombrada capitana del equipo, un hito que llevó con orgullo y naturalidad, dos señas de identidad que le acompañan tanto dentro como fuera del campo.

Su trayectoria estuvo compaginada en todo momento por los estudios. No en vano, compaginó los cuatro entrenamientos semanales y los desplazamientos por España y Europa con el grado en Medicina, que fue sacando adelante año a año pese a los difíciles horarios con los que lidió. Deportivamente, pocas carreras deportivas pueden estar a su altura: dos OK Liga, tres Copas de la Reina y cuatro Copas de Europa con el Hostelcur. La última, hace apenas una semana. Con la selección ha conseguido tres Campeonatos de Europa y dos Mundiales.

Nuevos retos

Su imagen, alzando al cielo la quinta Copa de Europa del club ante la felicidad de sus compañeras ha trascendido en una región que ya comienza a apreciar la sobresaliente trayectoria de un club que no ha estado en primera línea del foco mediático a causa de dos muros: la invisibilidad de los deportes minoritarios y, más aún, por el hecho de competir en categoría femenina. No en vano, ninguna jugadora del Hostelcur puede vivir practicando un deporte de élite, como sí ocurre en los equipos punteros de la OK Liga masculina.

En el futuro cercano, la capitana asume que además de seguir construyendo un equipo de leyenda la labor de las jugadoras del Hostelcur tiene que estar enfocada en abrir puertas. Un reto tan grande como los títulos. «Queremos que las niñas de 12 y 13 años que empiezan ahora puedan vivir de ser deportistas de élite. Es de justicia. Que ahora nos empiecen a valorar es una buena noticia, pero todavía queda mucho por cambiar», asevera.

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