La Semana Negra se celebrará este año en Naval Gijón y confía en repetir en 2025

Partidos políticos, entidades sociales y ciudadanos, en general, celebran que el Ayuntamiento de Gijón compre los terrenos de Naval Gijón para acometer su desarrollo urbanístico y ganar una fachada a la mar en la zona oeste de la ciudad que permita su integración con el barrio de El Natahoyo. Pero en todo este proceso hay una damnificada de la que nadie ha hablado hasta ahora, como es la Semana Negra, un festival de literatura y ocio que ha hecho que Gijón sea protagonista en todo el país a comienzos de cada verano desde su emplazamiento en Naval Gijón.

El director del certamen, Miguel Barrero, indicó a EL COMERCIO que «no sabemos nada» de posibles futuras ubicaciones, aunque añadió que «nos aseguraron que este año se podrá hacer en Naval Gijón». Además, confía en que una vez celebrada la edición de este verano «nos dirán si se podrá hacer también en 2025 o tendrá que ser en otra ubicación. De todas formas, este año se hará sin problemas», remarcó.

De todas formas, los responsables de la Semana Negra no han hecho ningún estudio sobre posibles ubicaciones del certamen porque «nos fiamos de la buena fe del Ayuntamiento. En la clausura del año pasado el concejal Gilberto Villoria dijo que durante dos o tres años no habría problema». Lo bueno es que Miguel Barrero asegura que «desde que entré, la comunicación es muy fluida con el Ayuntamiento y con la verdad por delante».

De todas formas, Barrero apuntó que el Ayuntamiento «tendrá que clarificar cuánto le llevará todo el proceso» de compra de los terrenos. «Se supone que nos irán diciendo». Pero es que, en realidad, la Semana Negra no tiene poder para decidir su instalación, sino que es el Ayuntamiento de Gijón el que tiene que presentar la propuesta. Máxime teniendo en cuenta que hay varios lugares de los que este festival fue desalojado, como del entorno de El Molinón, el parque de los Hermanos Castro, el campus universitario, mientras que en otros casos fueron los movimientos vecinales quienes forzaron su marcha, caso de El Arbeyal, mientras que cuando se celebró en Poniente había un compromiso con los vecinos de que sería sólo por una edición. Cada vez hay menos espacios disponibles en Gijón con la extensión requerida para la celebración de la Semana Negra.