«Tenemos una sensación de engaño, falta previsión»

La bajada en las ventas es una realidad que tiene cifras concretas. Para Gonzalo Fernández, de Imauto, exposición y venta de vehículos, se sitúa en un 50%, «nada que ver con crisis anteriores». Su sensación, añade, «es de engaño porque falta previsión y la gente cada vez está más enfadada». No solo hay enfado, sino también una gran preocupación.

Julia Cadenas los sabe bien. En la correduría de seguros donde trabaja, la clientela ha pasado de demandar seguros para el hogar y los vehículos a seguros de salud y pólizas de ciberseguridad. «El teletrabajo ha cambiado todo», puntualiza. Y las restricciones de movilidad afectan a muchos más negocios de lo que parece.

Natalia Ratusheva abrió su negocio de taller de arreglos de ropa en 2008, «justo con la crisis, pero no se puede comparar. Haciéndolo bien no tendría que pasar esto». Ahora recibe dos o tres clientes al día, nada comparable a lo habitual, pero mantiene así todo sus puertas abiertas.

Los hosteleros, por su parte, esperan las pautas que van marcando las autoridades, mientras pierden dinero y se acumulan las facturas. Alicia Acuña, Maximino Javier Aller, Pedro Sabugo y Oscar G. Iglesias pasan por momentos muy complicados. «Hay una limpieza absoluta en nuestros locales, y nosotros no somos los culpables de lo que está ocurriendo, aunque se empeñen en dar esa imagen», claman los profesionales, quienes insisten en que «las ayudas han de ser directas para evitar endeudamientos o cierres. No se puede mentir porque nosotros cumplimos lo que nos piden», aseveran.