Una de las vecinas afectadas por el nuevo recorrido de la línea 18 de Emtusa, durante la manifestación en la avenida de la Constitución. PALOMA UCHA

«Por dar servicio a Santa Bárbara se lo quitan a La Braña y Nuevo Gijón»

Los vecinos vuelven a salir a la calle para luchar por que se mantenga el recorrido que había hasta ahora de la línea 18 de autobuses de EMTUSA

I. VILLAR/ M. NIETO

gijón.

Martes, 3 de marzo 2020, 00:48

Los vecinos de Perchera, La Braña y Nuevo Gijón se manifiestan en contra de la nueva ruta que sigue, desde ayer, la línea 18 de autobuses urbanos de EMTUSA. El motivo de su protesta es que, en el sentido de vuelta, dicen, «dan servicio al barrio de Santa Bárbara, pero se lo quitan a La Braña y Nuevo Gijón». Así lo explicó David García, uno de los afectados por esta situación.

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La línea 18 hasta ahora unía Nuevo Gijón con el Hospital de Cabueñes. En el recorrido de vuelta, pasaba por la calle de Orán, la del ambulatorio de Pumarín, seguía por Peña de los Cuatro Jueces para, después, subir por Torrecerredo y girar por Peña Santa de Enol. El trayecto terminaba en Dolores Ibárruri. Ahora, una vez que pasa por el ambulatorio, acto seguido gira por la calle Lanuza y continúa recto por Monsacro hasta la avenida de Concha Espina, el barrio de Santa Bárbara.

«No entendemos el propósito, porque si lo que querían era abarcar Santa Bárbara podrían hacerlo de todos modos dejando la ruta anterior y ampliando 400 metros el final», explicó García.

Lo que más les molesta, tanto a los vecinos como a los miembros de la Asociación Vecinal Santiago, es que «ni desde el Ayuntamiento ni desde Emtusa se han querido sentar a hablar con nosotros», aseguró la portavoz de la asociación, Beatriz Vázquez.

Más de cincuenta personas, residentes de estos barrios, se concentraron ayer en la avenida de la Constitución, a la altura de la gasolinera de Foro, para reivindicar que dejen el recorrido anterior. Celebrarán hoy una asamblea, a las ocho de la tarde, para decidir si continuar o no reclamando su propósito.

La portavoz del colectivo vecinal señaló que de este modo se crean otros problemas. «Mucho hablan del Plan de Movilidad y luego plantan el bus urbano frente a un colegio, donde, además, siempre hay coches en doble fila que impiden el tránsito adecuado». Otro inconveniente es «la estrechez de la calle Lanuza, que hace que el bus pase muy justo».

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Algunos trabajadores de Emtusa aseguran que las cifras que da la empresa de usuarios de las paradas que han dejado de existir, la de Sierra del Áramo y la de Torrecerredo -con 0,003 pasajeros por viaje la primera y 0,7 la segunda-, «no tiene validez, porque los afectados son los que se bajan, no los que suben, y estos no se registran».

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