Tecnosuelos para luchar contra la pérdida de terreno fértil
La investigadora Teresa Álvarez Centeno participará el martes en un ciclo de conferencias sobre parcelas experimentales
El proyecto Gijón Ecoresiliente apuesta por la renaturalización de espacios de la ciudad, mejorando la conectividad de los hábitats natural y urbano, al tiempo ... que pretende incrementar la eficiencia del ciclo del agua. El próximo martes, de 11 a 13 horas, en la sala polivalente de del Jardín Botánico, habrá un ciclo de conferencias sobre este asunto, en el que participará Teresa Álvarez Centeno, investigadora científica del Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (CSIC-INCAR), que hablará sobre la generación de suelos artificiales.
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Estos suelos «están constituidos por diferentes componentes, mayoritariamente residuos orgánicos e inorgánicos, que esperamos que vayan evolucionando según lo hacen las tierras fértiles de alrededor», explica la investigadora. El objetivo es poder aplicarlos para recuperar zonas degradas, como escombreras, o cercanas a infraestructuras, tipo rotondas o bordes de viales. Dentro del proyecto Gijón Ecoresiliente, el objetivo es «aplicar tecnosuelos para jardinería regenerativa, porque se necesitan muchos más espacios verdes en Gijón y en todas las ciudades», indica Álvarez Centeno.
Los investigadores están muy contentos con los resultados que están obteniendo y «todo surgió a partir de una idea de Juan Carlos Martínez, que en 2021 era el jefe del servicio de Parques y Jardines, y un firme defensor del suelo fértil y de investigar tecnosuelos», manifestó Teresa Álvarez Centeno.
La principal ventaja de esta tecnología es que «no consumimos suelos fértiles. De toda la corteza terrestre, entre el 12% y el 18%, según las estimaciones, es suelo fértil», que se ha de preservar para la agricultura. Pero al mismo tiempo «valorizamos residuos y evitamos que vayan al vertedero», remarca.
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Áridos reciclados
Estos tecnosuelos están compuestos de áridos reciclados, procedentes de la construcción, de compost producido a partir de lodos de depuradora, tierra de acopio de excavaciones del Ayuntamiento y otros elementos como humus de lombriz, carbón vegetal a partir de encina, papel y cartón sucio que no se puede reciclar y hasta elementos de la fracción orgánica de residuos, la conocida como 'bolsa marrón'. Trabajar con estos elementos tenía sus riesgos, como la posible presencia de metales pesados, por lo que los investigadores no las tenían todas consigo, pero «en las parcelas experimentales sorprendentemente está saliendo muy bien», aseguró Álvarez Centeno. Los tecnosuelos pueden tener también ventajas contra las inundaciones pues, «dentro de lo razonable, al ser un suelo artificial podemos diseñar sus propiedades». De todo esto hablará el martes la investigadora en el Botánico.
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