«La tenía tirada y estaba dándole puñetazos»
Dos vecinos de Gijón evitan la violación de una joven y posibilitan el arresto del agresor
OLAYA SUÁREZ
GIJÓN.
Martes, 21 de enero 2020, 00:41
«Salíamos del portal y escuchamos unos chillidos. Al principio creíamos que era un perro al que le estaban pegando, pero al prestar más atención notamos que venía de entre dos coches, nos quedamos de piedra cuando vimos la escena... Sin pensarlo fuimos a por él». Javier Espasandín y su hermano David evitaron la noche del domingo la violación de una joven en plena calle del Polígono de Pumarín. El agresor estaba asfixiando con una mano y agrediendo con la otra a una joven. Tenía los pantalones y la ropa interior bajados e intentaba consumar el ataque sexual. No lo consiguió por cuestión de segundos y gracias a la rápida intervención de estos dos ciudadanos anónimos que no dudaron en intervenir pese a la gran agresividad que mostraba el individuo.
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Ocurrió sobre las 10 de la noche en la calle de Puerto Cerredo, a la altura del número 8. La joven agredida, vecina del barrio, caminaba sola por la calle cuando de forma sorpresiva fue abordada por un hombre. El atacante eligió su presa al azar, aprovechando la nocturnidad y la vulnerabilidad de la chica, de menor corpulencia que él. Por la fuerza la sacó de la acera y la metió entre dos vehículos estacionados, la tiró al suelo y comenzó a agredirla brutalmente para que cediese a sus pretensiones.
La fortuna quiso que en ese momento Javier y Daniel saliesen del portal del primero, justo al lado del lugar en el que se estaba produciendo la agresión. «Habíamos estado en mi casa y bajamos para llevar a mi hermano a la suya en coche, fue entonces cuando nos lo encontramos todo, unos minutos más y el resultado habría sido diferente porque a esa hora no pasaba nadie más por la calle», relata Javier.
«Unos minutos más y el resultado habría sido diferente, no pasaba nadie por la calle». «El hombre tenía la ropa bajada y estaba como ido, parecía estar drogado». El arrestado, de unos 30 años y nacionalidad española, cuenta con varios antecedentes
Sin apenas tiempo para pensarlo, se tiraron directamente a intentar liberar a la chica, a quien el atacante estaba tratando de asfixiar. «Estaba machada, sangraba por la cara y le quedaban muy pocas fuerzas, estaba encima de ella, con la ropa bajada y fuera de sí, parecía que quería matarla», relatan los hermanos.
Tiraron de él para quitarle de encima de la víctima e intentaron retenerle. «Él estaba ido, como drogado... y tenía muchísima fuerza», dicen. El atacante echó a correr en dirección a la avenida de Portugal. Mientras uno de los hermanos llamaba a la Policía, el otro le perseguía intentando darle alcance. En pocos minutos se personaron en el lugar varias dotaciones de la Policía Nacional. Los agentes consiguieron interceptarle y reducirle al final de la pasarela de Moreda, justo en la entrada del parque.
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Se trata de un individuo de unos 30 años, de nacionalidad española con numerosos antecedentes. Varios vecinos del Polígono de Pumarín aseguraron que lo habían visto esa misma tarde del domingo «por la tarde con una maleta» entrando en un edificio del lugar en el que pocas horas después atacó a la joven.
Tras ser detenido, fue trasladado a los calabozos de la Comisaría de la Policía Nacional. «La colaboración ciudadana fue fundamental para detenerle», señalaron ayer desde la Comisaría. La investigación corre ahora a cargo de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM). Está previsto que el acusado pase mañana a disposición del juzgado que realiza las funciones de guardia, una vez que se haya tomado declaración a la víctima y a los testigos.
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Traslado al hospital
Mientras los dos hermanos posibilitaban la localización del atacante, la víctima era asistida por los técnicos del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU). Presentaba un importante cuadro de ansiedad y policontusiones, las más graves en el rostro, y problemas respiratorios por el intento de asfixia. Sangraba abundantemente por la cara. Fue asistida primero en el mismo lugar y a continuación trasladada al Hospital de Cabueñes, donde se recupera de las lesiones.
La chica reside a poca distancia de donde fue atacada. Regresaba a casa cuando fue abordada por el individuo. Según apuntaron fuentes de la Comisaría, la violación no fue consumada, si bien la intervención de los dos hermanos Espasadín fue crucial para evitar este extremo.
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Se trata de la segunda vez en menos de dos meses que ciudadanos anónimos evitan una agresión sexual. La anterior ocurrió en el barrio de El Llano, cuando varias personas retuvieron a un hombre que abusó sexualmente de madrugada de una mujer cuando esta se disponía a entrar en el portal de su vivienda. En esa ocasión no hubo agresión, aunque sí que el atacante llegó a manosear a la víctima por debajo de la falda e intentó acceder con ella al edificio hasta que los gritos alertaron al camarero de un local de hostelería próximo.
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