David Zapico, cofundador de Gijón al Mar, y Alfredo Flórez, patrón de una embarcación. JORGE PETEIRO

La última despedida, a cuatro millas de la costa

Una empresa ofrece arrojar urnas funerarias según el último real decreto; con control de capitanía, en un lugar convenido y sin flores

LUCÍA R. LORENZO

GIJÓN.

Miércoles, 30 de octubre 2019, 01:01

Esparcir las cenizas funerarias en las aguas del Cantábrico se ha convertido, en los últimos tiempos, en una costumbre. Bien depositando una urna para que los restos de un ser querido descansen en el fondo del mar. O bien dejando que las cenizas se mezclen con la brisa marina en un acantilado. Sin embargo, la ley no permite que esta última despedida se pueda hacer de cualquier manera. Hay una serie de pasos a cumplir para no saltársela y evitar que una ceremonia mortuoria acabe con una inspección de las autoridades e incluso con la pertinente sanción por no tener los papeles en regla.

Publicidad

Así, tras la última modificación legislativa, llevada a cabo este mismo año, y ante el auge que estas prácticas estaban teniendo, dos amigos de Gijón decidieron sumar fuerzas para facilitar una despedida con todas las de ley en pleno Cantábrico. David Zapico y Sergio Quince se pusieron manos a la obra en 2018 y en agosto de ese año empezó a funcionar su empresa, Gijón al Mar, en colaboración con Funeraria Gijonesa.

«Ya teníamos barcos y Sergio tenía relación con el tanatorio. Observamos que estas prácticas no se estaban realizando de una manera legal, entre ellas, el conocido caso de Ángel Nieto», explica Zapico. «Me consta que a día de hoy aún se echan urnas al agua sin ningún rigor en toda España», añade. Y explica que en una conversación mantenida con la capitanía de la Guardia Civil de Gijón le expusieron que «habían recogido urnas flotantes». En Asturias, apunta, «tenemos mucha costa y muchos familiares de quien tenía arraigo al mar tiran sus cenizas a escondidas».

El servicio de Gijón al Mar se ampara en la Ley 41/2010 y el Real Decreto 79/2019 de 22 de febrero. «Esta normativa permite depositar urnas funerarias con varios requisitos. La principal premisa es que se realice bajo la tutela de una empresa autorizada por la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar en Asturias», detalla Zapico.

Pétalos sí

Esta legislacón obliga además «a tirar solo pétalos, no la flor entera, tanto la urna como el féretro deben ser cien por cien ecológicos y hay que depositarla en unas coordinadas concretas donde la empresa autorizada tiene permiso», explica. Con todos los papeles en regla, las autoridades pueden exigir también la presentación de documentación en una inspección de la Guardia Civil. «Primero hay que hacer una comunicación previa a capitanía marítima de que vamos a depositar una urna, nos darán un resguardo y el cliente debe entregarnos un certificado que refleje que tanto la urna como las cenizas son cien por cien ecológicas», detalla. «Otros documentos que podrían solicitar ya sería a la empresa sobre la embarcación y el patrón», indica.

Publicidad

Gijón al Mar, que colabora con los tanatorios de Cabueñes y Jove, tiene tres embarcaciones disponibles que parten desde el Puerto Deportivo a cuatro millas en una zona que se encuentra al norte de La Providencia. «Los servicios se pueden personalizar con todo tipo de actividades como una ceremonia laica, catering e incluso música en directo», detalla Zapico. Un total de doce personas es el número máximo que puede emprender este viaje marítimo para despedir a un ser querido. «La ceremonia es personalizada y se ofrece a los clientes un servicio a medida», indica. «Desde Gijón al Mar hemos creado un servicio que denominamos Activo en el que se puede depositar la urna desde 99 euros de manera legal», precisa. El acto dispone de diferentes precios dirigidos a más o menos personas, que pueden llegar a los 329 euros, para seis personas, e incluso 600 euros, que es el servicio premium, para doce.

Música y catering

En las travesías que han realizado recuerda que hay diferentes vivencias. «A veces las personas que llevamos en el barco van en silencio, depositan la urna y ponemos rumbo al puerto mientras otros clientes pidieron música y catering para la despedida», detalla. «Cuando la temperatura es buena y el tiempo acompaña, lo que me transmite la gente después de la ceremonia es que viene encantada, pues depositar la urna en el mar es un momento especial», indica. Gijón al Mar, apostilla, «es la única empresa en Asturias que dispone de este servicio».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete 2 meses gratis

Publicidad