Borrar
Los vecinos de Fano, reunidos el lunes durante la concentración de apoyo a la familia Menéndez. ARNALDO GARCÍA
«Nos sentimos desprotegidos»

«Nos sentimos desprotegidos»

Los vecinos de la zona rural reclaman mayor presencia policial para evitar sucesos como el de Fano

EUGENIA GARCÍA

GIJÓN.

Miércoles, 22 de agosto 2018, 03:09

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Los vecinos de la zona rural se sienten indefensos. El asalto que en la madrugada del viernes sufrió la familia Menéndez, propietaria del llagar del mismo nombre en Fano, ha sido «la gota que colma un vaso» que ya desborda en cuanto a la sensación de inseguridad y desprotección. Así lo asegura Manuel González-Posada, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de la Zona Rural Les Caseríes, para quien el problema es ya incluso endémico y, además, se extiende por «las veinticinco parroquias de la zona rural». «Falta presencia policial disuasoria», defiende. Frente a esta situación «que se les está yendo de las manos», adelanta, «mandaremos una carta a la Delegación de Gobierno» para que se ponga fin a esta problemática.

La seguridad en la zona rural depende de tres cuerpos de seguridad: Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil. «La parroquia de Somió, por ejemplo, es mitad urbana y mitad rural, por lo que una parte es competencia de la Policía mientras que otra está bajo la vigilancia de la Benemérita», ejemplifica. Ante esta situación, González-Posada pide «unión y colaboración» entre estas fuerzas.

A pesar de que este representante vecinal comprende que «son muchos los kilómetros a recorrer y las fuerzas del orden, que deben de estar en mínimos, no sé si por falta de presupuesto o de plazas, no pueden estar en todas las parroquias a la vez», también opina que «deben darnos una respuesta a los ciudadanos que habitamos estas áreas poco pobladas». En zonas residenciales de tanta extensión panaderos, operarios de Emulsa y vecinos actúan como vigilantes, pero en Les Caseríes echan de menos una serie de reuniones que «hasta hace un año» mantenían periódicamente con la Guardia Civil para poner en conocimiento de los agentes cualquier inquietud vecinal ante «situaciones raras o presencia de extraños».

Pero más allá del brutal asalto del viernes, cuando cuatro encapuchados entraron en la vivienda de Fano y atacaron con violencia a la familia Menéndez, que ha vuelto a poner sobre la mesa la cuestión de la seguridad en las zonas rurales, el presidente de Les Caseríes hace referencia al «susto de muerte» que se llevó la familia y que aún mantiene en vilo a algunos vecinos de Fano. Según el secretario de la asociación vecinal, Jesús Suárez de Arriba, sienten «miedo por la gravedad del asalto». «Una mayor presencia disuasoria de la Guardia Civil les daría más tranquilidad», coincide.

«Intranquila» está precisamente Bernardina García, quien acude cada tarde a cuidar la vivienda de su hijo, donde hará unos seis años entraron a robar. En su opinión, «las casas están tan dispersas que ese rastreo no sería efectivo». Sí cree que «es necesario acortar el tiempo de respuesta de fuerzas del orden y efectivos sanitarios, ya que veinte minutos es excesivo». Quizá, propone, «se podrían instalar cámaras de seguridad». «No sé si faltan medios técnicos o humanos, pero deberían estudiar las zonas para encontrar una solución».

Su convecina Patricia Paredes, que también ha sido víctima de un robo, sostiene que «da igual que sea rural o no, en cualquier sitio estás desprotegido. No hay más que ver los últimos robos en Viesques». Sin embargo, en una de las casas cercanas al llagar asaltado, Valentín Suárez opina diferente mientras resume el estigma que como Fano sufren otras parroquias: «Dada la extensión del terreno, aquí tampoco podría hacer gran cosa una patrulla. La zona rural es muy difícil».

Trece robos en Veriña

Entre los sucesos que últimamente han puesto en alerta a los distintos vecindarios, González-Posada recuerda «el exhibicionista de la zona de Monteana o los robos en Veriña». En esta última parroquia llevan trece allanamientos de morada en lo que va de año. «Es imperdonable», lamenta Amancio López, representante vecinal. El último robo ocurrió hace apenas tres días. «Trabajan noche y día, unos observando y otros robando», comenta, al tiempo que pide a los vecinos que «colaboren y denuncien cualquier movimiento extraño».

«Nuestro problema no son los robos, sino el exhibicionista, pero su solución es la misma», asegura José Ramón Cotarelo, presidente de la Asociación de Vecinos de Monteana. «Es fundamental incrementar la presencia policial, ya que la gente de la zona rural está asustada. Somos de Gijón y pagamos nuestros impuestos igual que los demás».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios