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La Banda de Gaitas Pepe Blanco fue la primera en actuar durante el memorial. FOTOS: ARNALDO GARCÍA
«Si nos viera sería muy feliz»

«Si nos viera sería muy feliz»

250 personas acudieron al homenaje dedicado al carismático Gaitero Mayor de Gijón, Pepín Blanco, fallecido en 2007 | Un centenar de artistas y dos horas de espectáculo consagraron el memorial, cuya celebración se espera «seguir realizando en los próximos años»

ANA SOLÍS

GIJÓN.

Domingo, 23 de septiembre 2018, 02:36

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El año pasado se cumplió el centenario del nacimiento de quien fuera durante más de cuarenta años Gaitero Mayor de Gijón, Pepe Blanco. Más conocido por todos como Pepín Blanco o Pepín el de la Luz. Sin más demora, los miembros de la banda de gaitas que lleva su nombre quisieron rendirle el homenaje que su devoción y pasión por el arte asturiano merecía.

Ayer, un centenar de artistas y 250 espectadores, entre quienes se encontraba la hija de Pepín, Maribel Blanco, se dieron cita en el salón de actos del Centro Municipal Integrado de Pumarín para ofrecer y disfrutar de dos horas de actuaciones musicales y bailes regionales. «Es emocionante. A él le gustaba todo esto. Si desde algún lado nos está viendo, el será el hombre más feliz», aseguró Maribel Blanco. «Toda la familia está muy agradecida. Yo también llevo toda la vida, gracias a él, viviendo el folclore. Desde los doce años, yo bailaba y el tocaba. Siempre juntos por todos los rincones festidos con nuestros trajes regionales», continuó.

El memorial, cuya intención es «seguir realizando en los próximos años», afirmó el presidente de la Banda de Gaitas Pepe Blanco, Eloy Fernández, fue presentado por un emocionado Fernando Ruiz, a quien con apenas 15 años, Pepín introdujo en la Asociación de Coros y Danzas Jovellanos cuando hasta entonces solo había mujeres. «Lo tengo en el recuerdo como a mi propio padre», pronunció ante los micros Ruiz.

Paulino y Manolín

Además de la Banda de Gaitas Pepe Blanco, actuaron el dúo Armando y Ricardo, el Grupo Infantil Jovellanos, El Pravianu, Banda de Gaitas Seronda y la Asociación Coros y Danzas Jovellanos. Antiguos miembros de las agrupaciones que en su día tocaron con Pepín tampoco quisieron faltar al encuentro. Pero la actuación más emocionante llegó de la mano de Paulino y Manolín. Gaitero y tamborilero interpretaron 'Muñeia del centro'. «Todo está relacionado con Pepe, pero está concretamente la enseño él. Es la muñeira que él tocaba», recordó Eloy Fernández. 'Jota de Cadavedo', 'Alborada asturiana', 'Xiringüelu', 'Maravillas de Asturias', 'Tengo de subir al puertu' o 'Asturias Patria Querida' fueron algunas de las piezas imprescindibles que resonaron en el salón y ante las que niños y mayores, sobre el escenario y en el patio de butacas, se rindieron con acalorados aplausos dedicados a la memoria del carismático maestro.

Pepín dedicó toda su vida a la música asturiana y a difundir la esencia de su tradición por todos los rincones de España y parte del extranjero. Fue en 1963 cuando el Ayuntamiento de Gijón le otorgó el título de Gaitero Mayor de Gijón, cargo que lució durante 44 incansables años. Nunca pensó dejar la música y en sus últimos años tuvo que cambiar su particular y vibrante manera de tocar la gaita, debido a las dificultades físicas propias de la edad, por el tambor. El querido y carismático Pepín falleció en 2007, a los 90 años, mucho después de que se hubiera convertido en una de «las piezas claves del folclore asturiano».

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