Cómo se vivió en Gijón el simulacro de emergencias: «Más vale prevenir que curar, está bien que se forme a la población»
A un año de la trágica dana de Valencia, Asturias realiza una prueba en 14 presas para familiarizar a la población sobre este tipo de alarmas acústicas
Se cumple un año de la dana de Valencia que dejó 229 víctimas mortales. Coincidiendo con este luctuoso aniversario, catorce presas de Asturias protagonizaron este miércoles un simulacro de cómo sonarían las alarmas en caso de inundación. El objetivo es que la población se familiarice con el sonido, recuerde las medidas de autoprotección y se pueda comprobar, a su vez, el correcto funcionamiento de los sistemas mecánicos y el software de activación.
De las más de 2.400 presas que hay en nuestro país, 375 son de titularidad pública y en 75% de los casos carecen de planes de emergencia, por lo que no podrían alertar a la población en un caso extremo como el acontecido en Valencia.
En Gijón, pasaban unos minutos de la una de la tarde en el embalse de San Andrés de los Tacones cuando las alarmas empezaron a sonar. Este ejercicio anual de activación de las sirenas tuvo una duración de quince minutos en Gijón y fue realizado por el Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) en colaboración con el Ayuntamiento. El sonido se escuchó, principalmente, en las instalaciones de ArcelorMittal.
Con la normativa actual, las probabilidades de inundación en las presas construidas y explotadas son prácticamente nulas. No obstante, es necesario prepararse ante una eventual situación de emergencia para que la población tenga una respuesta más adecuada ante la posibilidad de dicha circunstancia. Y, en dicho caso, ¿qué se debe hacer? Al sonar la sirena de aviso, la gente debe alejarse del río de la presa y dirigirse a los puntos más altos de la población y hacer caso de las indicaciones de las autoridades.
Juan Ignacio Pulgar, socio del Grupo de Actividades Subacuáticas Ensidesa-Gijón (GASEG), sabía del simulacro, por eso, diez minutos antes de que diera comienzo salía del embalse con su piragua. «Igual no es el día más apropiado para la práctica deportiva», bromeó. «Sabemos que a veces se hacen estas medidas de emergencias, está bien que lo hagan así como que la hayan reparado hace poco», concluyó. Caso contrario el de Miguel Ángel Díaz, vecino de Piloña. «No sabía nada, pero, en realidad, dentro del coche tampoco se escucha mucho», afirmó a este periódico.
En San Andrés de los Tacones, la asociación vecinal avisó a todos los vecinos. «Vale más prevenir que curar. Está bien que se forme a la población con estos simulacros para que sepan actuar en caso de necesidad», apoyó el presidente vecinal, Bryan Calvo.