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Parte de las asistentes al VIII Encuentro de Corazones Solidarios, en el centro Gijón Sur. AURELIO FLÓREZ
180 voluntarios cosen cojines para aliviar el cáncer de mama

180 voluntarios cosen cojines para aliviar el cáncer de mama

CHELO TUYA

GIJÓN.

Lunes, 3 de junio 2019, 01:23

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Cuatro personas pesan el relleno. Tienen que ser 160 gramos exactos para que la almohadilla anatómica cumpla su función: aliviar el postoperatorio a las enfermas de cáncer de mama. Una vez pesada, una bandada de niños y niñas reparten la floca, el material que se utiliza para el relleno, entre las 180 personas que, distribuidas en varias mesas, copan el hall del Centro Municipal Integrado Pumarín Gijón Sur.

Con los patrones ya cortados, y diseñados por un cirujano para que cumplan su función (que no eleve demasiado el hombro, favorezca el descanso del brazo y no dañe la cicatriz), esperan las voluntarias, aguja en ristre. Ellas coserán los cojines solidarios, con forma de corazón y de los más variados colores, que serán donados gratuitamente a todas las pacientes oncológicas de la región.

Tras muchos «dame más», «qué guapo es el tuyo», «vaya calor que hace aquí», llega el momento de envolver, en celofán transparente, el cojín-corazón que lleva acompañada una tarjeta. De escribir los mensajes solidarios se encargan ellos. Cada año acuden más hombres al encuentro. «Estamos contigo» leerá la mujer que, hoy mismo, cuando llegue a su habitación tras ser intervenida de un carcinoma mamario, se encontrará al desenvolver su cojín-corazón.

La de ayer fue la octava cita de Corazones Solidarios, una aventura que Angélica Mirás, propietaria de la Casita de Sue, desarrolla cada año en primavera. Ella aporta los patrones y el material, «donado por J. Pujol, una empresa de maquinaria de confección y accesorios» y cuenta con el apoyo de numerosos colaboradores, como la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y el respaldo de la Fundación Municipal de Servicios Sociales. Y con los broches solidarios, a cinco euros, «con el que se financia cada cojín». El reto es lograr 600 almohadones anuales y ayer se cosieron 603. Otros 600 están a la espera de ser distribuidos en todos los hospitales de la región. «Lo hacemos a los públicos, pero si los privados quieren, también se los podemos hacer llegar», asegura Mirás.

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