«Los lugareños son muy amables», dice Rosa Fernández

«Los lugareños son hospitalarios y amables y la zona, la mejor de toda la ruta del parque natural de Langtang, es la última habitada, porque a partir de ahí empiezan las grandes montañas y ya no hay más aldeas». La alpinista asturiana Rosa Fernández conoce muy bien el parque de Langtang y la zona de Kianjin Gumba, en donde se cree que están retenidos los cuatro montañeros del grupo Ensidesa. Hace ahora un año estuvo en esa zona, situada a cerca de 4.000 metros de altitud, para aclimatarse, junto a otras dos alpinistas, con el fin de ascender el Tserko Ri, que hollaron el 6 de mayo.

Fernández, que ayer conoció la buena noticia de que el sherpa Dawa Tshiri ha sobrevivido a la tragedia, solo tiene buenas palabras para los habitantes de la zona de Kyangin Gompa, que describe como «hombres próximos a la etnia tibetana y todos muy fuertes y muy altos, porque las condiciones de vida son muy duras allí». Sobre el pueblo, Rosa Fernández dijo que «tiene unas cinco casas de té, que son pequeños hoteles que utilizan los montañeros y hay buena comida, incluso hasta una pastelería y panadería». En esta época no hace mucho frío, según explicó la montañera, que también indicó que «hay pequeñas aldeas de montaña y en condiciones normales un autobús comunica a diario la zona con Syabrubesi».

Sobre los habitantes, Rosa Fernández no se cansa de decir que «son gente muy acogedora, maravillosos. No saben qué hacer para que te encuentres a gusto».

Del estado de los montañeros asturianos, la montañera cree que «lo importante es que no estén lesionados, porque escasean los médicos en la zona, pero es mucho mejor que el terremoto los haya cogido allí, en una zona más abierta, que en Syabrubesi, que es más peligrosa y el valle es un tubo».