«No es un conflicto, es la guerra; la gente está muriendo constantemente»

Halyna Zhukovska lleva 18 años en España, pero no pierde detalle de lo que ocurre, «porque es nuestra patria y nos duele». Siente que la presión está creciendo y ve «muy preocupante» que el personal de embajadas como la de Estados Unidos se esté yendo a su país. La misma percepción le trasladan sus familiares desde allí. «No saben qué puede pasar, porque como Putin ha cogido Crimea de forma sencilla, piensa que puede avanzar más y sabemos que no va a dejar Ucrania tan fácilmente como antes. Será un conflicto más grave», auguran. En su pensamiento está la posibilidad de una guerra en la que se vean implicados más países: «Puede afectar a Europa, a España también. Yo creo que todo el mundo de Europa está preocupado por eso».

Los ucranianos continúan con su vida normal, acostumbrados a convivir con un conflicto en el que llevan inmersos desde 2012. Zhukovska está convencida de que la posibilidad de que Ucrania entre en la OTAN «está acelerando este conflicto y haciéndolo más grave» y reclama más respaldo para su país. «EE UU y Europa lo apoyan, pero cada uno pone sus condiciones. Nuestro Gobierno tiene que ser más fuerte y decidido, porque los políticos también están divididos en Ucrania».

Liliia Sheprykevych es médico, lleva 4 años en España con su familia, pero parte de su corazón sigue allí. Recuerda que la guerra como tal comenzó en 2014 y continúa. «No es un conflicto, es la guerra, la gente está muriendo constantemente» y hace mención especial a sus compañeros, «todos los trabajadores de la salud que están cayendo». En su opinión, «Putin es muy astuto y quiere que todos tengan miedo a Rusia» y advierte de que «si Ucrania cae, irá a por otros países».

En este mismo sentido se manifiesta Hanna Kuvanova. «Ucrania ahora es un muro para Europa», y reflexiona sobre lo que ocurre en su país. «Los últimos siete años pagábamos un impuesto militar, es una muestra de que tenemos una guerra, pero ninguna persona quiere decir nada».

Tetiana Koval tiene familiares a ambos lados de la frontera y reconoce estar más preocupada que ellos, acostumbrados a vivir el conflicto de los territorios ocupados de Donetsk y Lugansk. A pesar de que le transmiten calma, no la tiene. «Desde el principio decían que eran amenazas, que no iba a pasar nada, pero se han visto cosas». Personalmente, le gustaría que Ucrania entrara en la OTAN. «Rusia no tiene derecho a decir lo que tiene que hacer o no otro país, pero es más importante vivir en paz y no tener ninguna guerra», expresa pragmática. Recuerda que «Ucrania en su tiempo hizo todo para mejorar, por ejemplo, con respecto a armas nucleares». y opina que el problema es que Putin ve una posible adhesión como una amenaza. «Pero vamos a ver, ¿cómo un país pequeño como Ucrania puede hacer daño a Rusia? Habla como vendiendo humo porque lo que dice no tiene ningún sentido».