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Sin señales en EE UU de las redadas antimigrantes anunciadas por Trump

La operación parece más modesta que los «millones» que el presidente estadounidense había prometido

colpisa / afp

Domingo, 14 de julio 2019, 12:39

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Miles de inmigrantes indocumentados aguardaban este domingo, con miedo e incertidumbre, las anunciadas redadas que, según el presidente Donald Trump, conducirán a un ola de deportaciones en Estados Unidos. Pero a última hora de la tarde aún no había indicios de ningún gran operativo en la decena de ciudades donde los agentes esperaban arrestar a unos 2.000 migrantes indocumentados según lo anunciado.

Medios de comunicación locales, como CNN y Fox News, indicaron cerca del mediodía que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) estaban actuando de acuerdo con lo previsto, citando fuentes no identificadas de esa fuerza. Sin embargo, no se informó ninguna operación significativa en las calles.

Muchos activistas patrullaron por varias ciudades para documentar cualquier arresto y aconsejar a posibles detenidos.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, aseguró a media tarde: «Aún no hay actividad». «Es muy difícil organizar su vida en torno a los anuncios de Donald Trump», dijo el candidato a la candidatura demócrata para las presidenciales de 2020. El alcalde agregó que el sábado se habían reportado tres redadas, en ningún caso exitosa.

El subdirector del ICE, Matthew Albence, se negó a dar detalles sobre los operativos, en una entrevista del domingo con Fox News Sunday. Lo mismo había hecho antes Ken Cuccinelli, director interino de la Oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración en la Casa Blanca. La operación parece más modesta que los «millones» que Trump había prometido que serían detenidos y expulsados, pero eso no ha aliviado la angustia de los que temen ser el objetivo.

A sus preocupaciones se suman informes que señalan que el ICE está preparado para detener no solo a los que cuentan con ordenes de expulsión, sino también a otros migrantes indocumentados que puedan encontrar eventualmente. Eso podría incluir a migrantes que han estado en el país por años, con casa, trabajo e hijos, que son ciudadanos estadounidenses.

En tanto, en México, el canciller, Marcelo Ebrard, dijo a media mañana del domingo que no había reportes de mexicanos afectados: «A esta hora no tenemos reportada afectación a mexicanos por redadas ocurridas el día de hoy», escribió Ebrard en su cuenta de Twitter.

Funcionarios locales y estatales han pedido al gobierno federal que muestre moderación en las redadas. Varios acusaron a Trump de utilizar la operación principalmente con fines políticos. «Esta incertidumbre, este miedo, está causando estragos», dijo a CNN la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot. «Está traumatizando a la gente».

Trump insistió el viernes en que «la mayoría de los alcaldes» quieren las redadas. «La mayoría de los alcaldes lo quieren. ¿Saben por qué? No quieren tener delitos en sus ciudades», dijo repitiendo su frecuente e incorrecta aseveración de que los migrantes son más propensos a ser criminales que los estadounidenses.

Pero varios alcaldes han expresado preocupación por la operación federal. El alcalde de Miami, Francis Suárez, dijo que en 2018, su primer año en el cargo, su ciudad experimentó la «tasa más baja de homicidios en 51 años». «Así que no entiendo la razón para elegir Miami» para desarrollar el operativo, agregó.

Algunos funcionarios de la ciudad, así como grupos promigrantes y de derechos civiles, han tratado de instruir a quienes podrían ser blanco de una redada sobre sus derechos. «Estamos pidiendo a la gente, si tiene miedo de deportación, que permanezca en casa el domingo, que se traslade en grupos», dijo a CNN Keisha Bottoms, alcaldesa de Atlanta. «Si alguien toca tu puerta, por favor no la abras a menos que tengan una orden». De Blasio dijo a la MSNBC que las redadas son «un acto político para convencer a mucha gente en Estados Unidos de que los inmigrantes son el problema».

El ya caldeado debate sobre la inmigración se agitó aún más el domingo después de que el presidente Trump tuiteara que las parlamentarias demócratas de origen extranjero deberían «volver» a sus países, por lo que recibió inmediatamente calificaciones de racista y xenófobo.

Con esta última, suma una más a su profuso historial de declaraciones controvertidas, que incluye una en enero de 2018, cuando calificó de «países de mierda» a naciones africanas, Haití y El Salvador.

En su tuit, Trump no nombró específicamente a ninguna congresista demócrata pero su mención a las «Representantes Demócratas 'Progresistas'» fue interpretada como una referencia a un grupo de mujeres liberales relativamente jóvenes, que integran por primera vez la Cámara de Representantes. Entre las supuestamente aludidas se encuentran Alexandria Ocasio-Cortez, de Nueva York; Ilhan Omar, de Minesota; y Rashida Tlaib, de Michigan.

La líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, reaccionó en Twitter: «Rechazo los comentarios xenófobos de @realDonaldTrump que intentan dividir a nuestra nación». Eso, dijo, reafirman que «su plan para 'Hacer que América sea grande otra vez' siempre ha sido sobre hacer que América vuelva a ser blanca».

Estados Unidos batalla hace más de un año con una crisis migratoria en su frontera sur, con miles de personas ingresando cada mes, la mayoría centroamericanos que huyen de la violencia y la pobreza en sus países. El número de indocumentados que llegaron en junio ascendió a más de 100.000, 28% menos que en mayo, pero a un nivel «crítico», según el Departamento de Seguridad Nacional.

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