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El primer misil ha destruido un edificio de apartamentos de nueve plantas reuters
Rusia incrementa su campaña de bombardeos indiscriminados y mata a 21 civiles en Odesa

Rusia incrementa su campaña de bombardeos indiscriminados y mata a 21 civiles en Odesa

El Gobierno de Kiev denuncia que «los invasores no pueden ganar en el campo de batalla y recurren a cobardes asesinatos»

rafael m. mañueco

Moscú

Viernes, 1 de julio 2022, 11:15

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Justo al día siguiente de que sus tropas tuvieran que retirarse de la Isla de las Serpientes, de importancia capital para la defensa del litoral ucraniano en el mar Negro, la aviación rusa ha querido mostrar que sigue teniendo a tiro Odesa, el principal puerto todavía bajo control del Gobierno de Volodímir Zelenski. La noche del jueves, bombarderos dispararon tres misiles contra Odesa y el poblado de Sergueevka, en las afueras, con un balance provisional de 21 civiles muertos, entre ellos dos niños, y 38 heridos, con cinco menores también ingresados, uno de ellos en estado grave, según datos aportados por la Fiscalía del distrito.

Uno de los cohetes destruyó parcialmente un edificio residencial de nueve pisos, mientras los otros dos alcanzaron sendos centros de vacaciones. Según el Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania (GSChS), «cuatro niños y una mujer embarazada se encontraban entre los heridos y ocho personas, incluidos tres pequeños, fueron rescatadas de debajo de los escombros».

El mando operativo Sur del Ejército ucraniano informó de que «como resultado de un ataque nocturno con misiles desde aviones estratégicos Tu-22 sobrevolando el espacio aéreo del mar Negro, tres misiles X-22 -los mismos que fueron utilizados el lunes contra el centro comercial de Kremenchuk- impactaron contra un edificio de apartamentos y dos centros de descanso en el distrito Bélgorod-Dnestrovski de la región de Odesa», señalaba el informe. El jefe de la oficina de la Presidencia, Andréi Yermak, también se hizo eco del ataque a través de su cuenta de Telegram, asegurando que «un país terrorista está matando a nuestra gente».

Se trata de la segunda operación en la región de Odesa en menos de un día. El jueves por la tarde, el jefe de la administración militar regional, Maxim Marchenko, dio cuenta de disparos de cohetes en el territorio, pero, según él, «sin víctimas ni destrucción significativa». En la misma jornada, después de otro intenso bombardeo por parte de las fuerzas ucranianas contra la Isla de las Serpientes, que se encuentra a varias decenas de kilómetros de Odesa, las tropas del Kremlin tuvieron que abandonarla. El Ministerio de Defensa ruso, no obstante, lo presentó como un «gesto de buena voluntad».

«Los invasores no pueden ganar en el campo de batalla y recurren a cobardes asesinatos de civiles. Después de que el enemigo fuera expulsado de la Isla de las Serpientes, decide bombardear viviendas y centros de descanso como si fueran bases militares», declaró a medios ucranianos Iván Bakánov, jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU). A su juicio, «el objetivo de la Federación Rusa es la destrucción literal de Ucrania y sus ciudadanos».

Los bomberos trabajan en la búsqueda de supervivientes
Los bomberos trabajan en la búsqueda de supervivientes reuters

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, por su parte, salió ayer al paso de las informaciones sobre lo sucedido en Odesa asegurando que «las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa no intervienen contra objetivos civiles». «Quiero recordarles una vez más las palabras del presidente y comandante en jefe de Rusia, Vladímir Putin, en cuanto a que el Ejército durante la operación militar especial no trabaja sobre objetivos e infraestructuras civiles», manifestó Peskov a los periodistas.

«Provocaciones»

Pese a los numerosos testimonios de organizaciones humanitarias y de derechos humanos internacionales, las autoridades de Moscú continúan negando que los civiles estén siendo víctimas de los ataques. Contrariamente a estas evidencias, reconocidas incluso por la ONU, el Kremlin llama a tales informes «falsificaciones y provocaciones».

Aunque el foco de su esfuerzo de guerra está en el este de Ucrania, Rusia mantiene el uso de misiles de mayor alcance para atacar ciudades en todo el país. Mientras, la cifra de víctimas sigue en aumento. Las autoridades de la localidad de Mikolaiv, en el sur del país, elevaron ayer hasta ocho el número de muertos en un ataque con misiles realizado el miércoles por las tropas rusas contra un edificio residencial. El Servicio Estatal de Emergencias indicó que durante la noche del jueves se halló el cuerpo sin vida de un hombre bajo los escombros de una escalera.

El segundo proyectil ha arrasado un centro recreativo
El segundo proyectil ha arrasado un centro recreativo reuters

El miércoles, el alcalde, Oleksander Senkevich, afirmó que el Ejército invasor había lanzado una decena de misiles contra la ciudad, si bien el edificio se vio afectado por el impacto de un misil de crucero X-55.

Desde la oficina del presidente Zelenski, asimismo, se dio noticia de una serie de ataques en las últimas veinticuatro horas que también costaron vidas de civiles: cuatro en la región nororiental de Járkov y otros cuatro en la provincia de Donetsk. Las mismas fuentes anunciaron una «intensificación» de las operaciones ofensivas del Kremlin en los alrededores de la localidad de Kramatorsk, con un intento de tomar la carretera que conecta Bajmut y Lisichansk.

El Estado Mayor del Ejército ucraniano, asimismo, hizo referencia a ataques «sin éxito» durante el último día contra Siversk, Bilohorivka y Vovchoyarivka. «El enemigo centra sus esfuerzos en rodear a las tropas en Lisichansk desde el sur y el oeste para tomar el control total de la región de Lugansk», añadió. En este sentido, su portavoz detalló que los invasores han disparado con artillería contra Berestove, Yakovlivka, Vidrodzhena, Mayorsk y Vihledarska, en los alrededores de Bajmut.

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