El más extraordinario infiltrado en el IRA tenía pornografía animal

Fred Scappaticci, de 72 años, creció en Belfast, fue miembro del IRA y fue captado como colaborador por un grupo secreto del Ejército británico, que coordinó sus actividades. Fue identificado públicamente, en 2003, como la persona oculta bajo el seudónimo 'Stake knife', cuchillo carnicero, y como el agente más valioso según reconoció un general que sirvió en Irlanda del Norte en aquellos años.

Llegó a la jefatura del comando del IRA que se encargaba de investigar las circunstancias de detenciones o de acciones fallidas, en busca especialmente de colaboradores con la Policía, de 'touts' en el argot del grupo. Hay una investigación abierta sobre 24 presuntos asesinatos que habría cometido como agente británico. Desde que fue identificado se encuentra en paradero desconocido.

Hasta que este miércoles a comparecido, según el diario 'The Irish Times', con un suéter azul y unos pantalones de chándal verdes, ante la magistrada Emma Arbuthnot, en el Tribunal de Westminster, para responder a la acusación de estar en posesión de 329 imágenes de pornografía extrema, descrita como animal. Scappaticci ha reconocido la responsabilidad del delito.

La magistrada le ha condenado a tres meses de prisión, pero ha suspendido el cumplimiento de la sentencia durante doce meses porque, según ha explicado, el detenido «no ha estado ante un tribunal en los últimos 50 años y eso es, según mi juicio, buena conducta». El condenado quedó en libertad para regresar a su escondite, probablemente protegido por las fuerzas de seguridad.

La identificación de agentes infiltrados en el conflicto norirlandés ha ofrecido una galería de personalidades y de episodios truculentos, pero 'Freddie' Scappaticci ostenta un rango especial. Es el infiltrado que asesina a otros infiltrados, el hombre al que temían todos dentro de la organización sin saber que además trabajaba para sus enemigos. El IRA permitió que diera una conferencia de presa, declarando su inocencia, cuando fue identificado y le dejó partir hacia su refugio.