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Prisioneros de guerra ucranianos son liberados como parte de un intercambio de prisioneros con Rusia. Efe
Kiev repatría a 95 defensores de Azovstal en el mayor canje de presos con Rusia

Kiev repatría a 95 defensores de Azovstal en el mayor canje de presos con Rusia

Los servicios de rescate pierden la esperanza de encontrar supervivientes bajo las ruinas del centro comercial bombardeado por el Kremlin

iñigo fernández de lucio

Miércoles, 29 de junio 2022, 22:51

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Ucrania ha repatriado a 144 soldados en el mayor canje de prisioneros pactado con Rusia desde el inicio de la guerra. Entre ellos se encuentran 95 defensores de la acería Azovstal, lo que resuelve en parte la incertidumbre sobre la suerte de estos combatientes, de los que no se sabía nada desde de su rendición ante las tropas invasoras a finales de mayo.

«Se trata del mayor intercambio desde el inicio de la invasión rusa. Entre los 144 liberados, 95 son defensores de Azovstal», ratificó en Telegram el Ministerio de Defensa, que evitó ofrecer más datos sobre la fecha o las características de la operación. Sí parece confirmado que los canjes se han intensificado durante este mes como consecuencia de las negociaciones entre Kiev y Moscú, más favorables en este aspecto que en el de entablar nuevas conversaciones de paz. El pasado martes, los ejércitos de cada país intercambiaron 17 militares. Una semana antes, acordaron también la repatriación de cadáveres de los soldados fallecidos en el frente, lo que permitió a Ucrania recuperar 64 cuerpos de combatientes muertos en la siderúrgica de Mariúpol.

Según los servicios de Inteligencia, «la mayoría» de los últimos presos trasladados están «gravemente heridos» por «balas o metralla», o bien sufren «quemaduras y fracturas». Entre ellos se encuentran noventa oficiales, suboficiales y sargentos y el grueso son miembros de la Guardia Nacional, que jugaron un papel destacado en la resistencia de Mariúpol. También han sido transferidos 43 milicianos del Batallón Azov, pese a que Moscú había mostrado su disposición a juzgar a todos los componentes de este regimiento al considerarlos «nazis». Incluso el Parlamento estaba a favor de recuperar la pena de muerte para ellos.

El jefe de inteligencia ucraniano, Kyrylo Budanov, responsable del rescate de los defensores de Azovstal, ya advirtió el pasado dóa 22 que confiaba en conseguir que «un número significativo» de prisioneros ucranianos regresara a casa «en un futuro cercano». Todos ellos estaban internados en una colonia en la provincia de Donetsk bajo control de los separatistas prorrusos, a donde fue trasladado un total de 2.449 militares que dejaron las armas durante el largo asedio a Azovstal como única vía para salvar sus vidas. Los mandos del Batallón Azov no se encuentran en esa colonia, sino que fueron conducidos presos a Moscú. Una suerte distinta es la que corren dos milicianos británicos y otro marroquí capturados en la suderúrgica, que han sido acusados de mercenarios y condenados a la pena capital por un tribunal prorruso.

La artillería no descansa

Por otra parte, las autoridades de Kiev han perdido la esperanza de encontrar supervivientes entre los escombros del centro comercial bombardeado el lunes en Kremenchuk, una ciudad situada en la región de Poltava, al sureste de la capital ucraniana. Hasta el momento, se han contabilizado 20 muertos y 59 heridos, según el ministro del Interior, Denís Monastirski, mientras que siguen en vigor más de 40 denuncias sobre personas desaparecidas, lo que indicaría que el número definitiva de fallecidos sería superior.

No obstante, fuentes del Ministerio del Interior citadas por el medio 'Kyev Independent' afirmaron ayer «no tener esperanza» de encontrar supervivientes, pese al trabajo de los casi 4.500 miembros de los equipos de salvamento que participan en las tareas de desecombro y búsqueda de víctimas. Los rescatistas opinan que algunos cuerpos podrían haberse incluso desintegrado por efecto de la explosión del misil o las altas temperaturas alcanzadas por el consiguiente incendio.

Aparte de Kremenchuk, el Ejército invasor sigue con los bombardeos sistemáticos en el sureste, que entre ayer y el martes se cobraron cinco vidas en Mikolaiv y Dnipro. El Estado Mayor ucraniano reconoció la práctica pérdida de la provincia de Lugansk, en el Donbas, debido al asedio de la artillería. En Jersón, por su parte, las fuerzas de seguridad rusas detuvieron al alcalde, Ihor Kolykhayev, acusado de rechazar las órdenes impartidas por los invasores, que ocuparon este enclave fundamental del área del mar Negro en las primeras semanas de la guerra. Es el tercer mandatario de una ciudad importante detenido por Moscú.

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