«Destruir es fácil, construir cuesta mucho»
Nadia Ghulam, activista y refugiada afgana ·
El sábado narrará en el Jovellanos su propia vida, herida en un bombardeo en Kabul y refugiada en España desde hace 16 añosTiene un nombre ruso esta mujer afgana. Y no es casual. Nació Nadia Ghulam en Kabul en 1985 durante los años de ocupación rusa ... de Afganistán y a su madre le gustó aquel nombre que oía al invasor. Sabe lo que es la guerra. Cuando se fueron los soviéticos llegó la contienda civil. Un bombardeo la hirió gravemente y durante varios años se hizo pasar por un chico para alimentar a su familia. Desde hace 16 años vive en Cataluña. De todo ello habla en el escenario en 'Nadia', teatro documental de la Conquesta del Pol Sud que el sábado llega al Jovellanos.
-¿Cómo es para quien ha vivido la guerra ver otra guerra?
-Muy doloroso. Estoy reviviendo lo que pasó en agosto con mi país. Me está afectando a nivel psicológico, pero tengo que seguir trabajando para alimentar a mi familia en Afganistán.
-¿Sienten que les hemos abandonado?
-Lo que pasa en Afganistán ya no sale en las noticias, la moda ha pasado porque ha empezado la guerra en otro país. Lo malo es que esto puede generar muchos desequilibrios. Estoy en contacto directo con jóvenes, refugiados, inmigrantes, de Marruecos, de Pakistán y otros países que llevan años como yo viviendo aquí y todavía no han conseguido convalidar sus estudios o los documentos para regularizar su situación y se encuentran con que ahora vienen otros y en 24 horas logran los papeles. Las personas que huyen no tienen la culpa, son los gobiernos los que están clasificando a los refugiados por diferentes colores y nacionalidades.
-O sea, que hay refugiados de primera y de segunda.
-Sí, y estoy preocupada. Imagínate que una maestra hace más caso a un niño blanco que a uno negro, el niño no va decir nada, pero en el patio van a pelear entre ellos. Nuestro deber es poner las cosas en su lugar y demostrar que esto no viene de abajo, que todos somos víctimas de los grandes poderes.
-Usted conoce bien a los rusos.
-Yo nací durante la ocupación. Lo que están haciendo ahora es lo mismo que hicieron con los señores de la guerra. Europa y EE U han dado armas para ir contra los rusos y eso llevó a mi país a 14 años de guerra para sacar a los rusos. Nadie podía gobernar y llegó la guerra civil y miles y miles de huérfanos que acabaron en las madrasas manipulados por los talibanes.
-¿Tiene contacto con su país?
-Las 24 horas, mi padre, mi hermana, toda mi familia están allí y tengo una ONG, Ponts per la pau, que está ayudando a niñas. La gente está sufriendo mucho. Los talibanes han dicho que en primavera las niñas pueden ir al colegio, pero no será una escuela libre, será un espacio de manipulación para tener más talibanes.
-¿Qué va a pasar?
-Yo soy optimista, tengo la esperanza de que entre todos podemos conseguirlo. Hay muchas mujeres trabajando incansablemente y vamos a lograr que la formación sea una herramienta de cambio. Es difícil, pero tenemos esperanza. Destruir es fácil y construir cuesta mucho. Un día de guerra son diez años de destrucción. Y mi país lleva 40 años.
-¿Es doloroso o liberador contar su historia en escena?
-Cada vez que cuento mi historia revivo todo el dolor y todas las tristezas. Es la historia del presente, no es la II Guerra Mundial. Pero puedo ser la voz de millones de refugiados, inmigrantes, que no podemos estar con nuestra gente y en nuestros países. Tengo que contarlo aunque me cueste.
-¿Qué es lo que más le cuesta?
-Todo es doloroso. He pasado hambre, pobreza, violencia. Pero es que la gente piensa que mis problemas han acabado y es mentira. Llevo 16 años aquí y no tengo nacionalidad española. Estoy en los medios, en las charlas, me ven como un referente, pero en realidad mi vida es como la de otro refugiado, cada día tengo que dar explicaciones para conseguir dar un paso más.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión