Borrar
Escocia dice 'no' a la independencia

Escocia dice 'no' a la independencia

Cuando sólo falta seis de las 32 demarcaciones por escrutar, el 'no' supera en mas de 200.000 votos y ocho puntos de diferencia al 'sí

R. C.

Jueves, 18 de septiembre 2014, 00:22

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Escocia rechaza la independencia. Cuando sólo falta seis de las 32 demarcaciones por escrutar, el 'no' supera en mas de 200.000 votos y ocho puntos de diferencia al 'sí. Un dato que hace que los medios británicos dan por hecho que los escoceses han decidido permanecer en el Reino Unido.

El 'sí' sólo ha conseguido la victoria hasta el momento en cuatro circunscripciones de las 26 que se han escrutado, entre ellas Glasgow y Dundee.

La participación en el referéndum de independencia de Escocia fue este jueves del 86,4%, como se esperaba en niveles récord, según estimaciones de la cadena pública BBC.

En algunas de las 62 circunscripciones escocesas la asistencia de los votantes a las urnas se acercó al 90% si bien en la mayor de ellas, Glasgow, con cerca de medio millón de electores, cayó al 75%.

Se preveía que la participación en el referéndum hubiese sido masiva, después de que el 97% del censo electoral escocés, casi 4,3 millones de personas, se registraron para votar en una consulta que decide si Escocia se independiza del Reino Unido.

más información

Clackmannanshire, en el centro de Escocia, ha sido la primera de las circunscripciones en ofrecer sus resultados oficiales, en los que el 'no' se ha impuesto con un 54 por ciento de votos y una participación del 89 por ciento.

El primer 'sí' ha llegado en la circunscripción de Dundee, donde un total de 53.620 personas han apostado por la independencia de Escocia, un 57 por ciento de electores frente al 43 por ciento. La participación en este caso ha sido de un 79 por ciento.

Una de las regiones en las que se ha registrado una mayor diferencia ha sido en las Islas Orcadas, donde el 'no' --con un 67 por ciento-- ha doblado al 'sí', con un 83,7 por ciento de participación.

Ronda de contactos

No en vano, el veredicto de las urnas dará paso a una ronda de contactos, bien para proceder a la constitución de un nuevo Estado, bien para estudiar las áreas susceptibles de devolución. Las concesiones ofrecidas por el arco parlamentario de Westminster permitirían aumentar la capacidad de recaudación del IRPF y otros impuestos como la tasa sobre los pasajeros de avión, o la existente sobre ganancias de capital.

Asimismo, Londres estaría dispuesto a traspasar la gestión de las prestaciones para vivienda, de la política de integración laboral y de las actuaciones en materia de Bienestar. Sin embargo, demandas como el control del petróleo continuaría en Londres, como pensiones, de Defensa o de Exteriores.

Para dar validez a su propuesta, las comisiones negociadoras trazarían un Libro Blanco a presentar en noviembre, para ser debatido en profundidad y, ya a finales de enero, dar paso a la Legislación ante la Cámara de los Comunes. El objetivo es garantizar el compromiso de los tres partidos ya antes de las generales, previstas para 2015.

De triunfar el 'sí', la independencia no llegaría hasta el 26 de marzo de 2016, un cálculo basado en que la treintena de países que la han declarado desde 1945 necesitaron de apenas 15 meses para culminar la separación. Las primeras elecciones como país independiente tendrían lugar ya en mayo de 2016, si bien antes habría comenzado a tramitar su ingreso en organizaciones como la UE o la ONU.

Expectación en Reino Unido

La trascendencia de los dos escenarios posibles generó un estado de anticipación que se contagió a todo Reino Unido, donde tanto la independencia como el traspaso de competencias se dejarán notar profundamente, no sólo en el mapa político, económico e institucional, sino en la propia posición de los líderes.

El primer ministro, David Cameron, ha quedado profundamente tocado en su propio partido debido al nivel de concesiones que ha ofrecido y el jefe de la oposición, Ed Miliband, se vio incapaz de unir en su oposición a la independencia a los laboristas escoceses, principales catalizadores del auge del 'sí' en las encuestas por el debate.

El epicentro de esta espera, no obstante, se localizó en Escocia , que registró en un estado de agitación propio de un momento histórico. Las banderas ondearon en las ventanas, los partidarios de ambas opciones tomaron las calles y miles de voluntarios de los dos bandos se desplazaron a los colegios para garantizar la normalidad del proceso.

Votaciones

Los incidentes han sido mínimos, a pesar de que Yes Scotland (Sí Escocia ) ha sido acusado de prácticas intimidatorias. El líder de Better Together, Alistair Darling, fue recibido por vítores y protestas a partes iguales cuando depositó su voto en Edimburgo, pese a lo que se mostró "con mucha confianza".

"Ha sido una larga campaña, las pasiones han aflorado en las dos partes y es comprensible, puesto que estamos hablando de la decisión individual más grande que cualquiera de nosotros tomaremos en nuestra vida", aseguró el ex ministro del Tesoro.

El ministro principal, Alex Salmond, reiteró desde su circunscripción de Aberdeenshire que la de hoy es la "oportunidad de una vida". Tras casi dos años de campaña, el dirigente nacionalista dijo que los dos bandos estaban al fin "en manos de la gente de Escocia y no hay un lugar más seguro en el que estar".

Respeto al resultado

En cualquier caso, tanto Yes Scotland como Better Together se han comprometido a respetar el resultado y, de hecho, el Acuerdo de Edimburgo firmado por Cameron y Salmond el 15 de octubre para autorizar el referéndum incluye una disposición especial, la Cláusula 30, para garantizar que los dos contendientes lo aceptan y trabajan por los intereses de Escocia y del resto de Reino Unido.

En Londres, por su parte, los partidos británicos mantuvieron un perfil para garantizar que todo el protagonismo se quedaba en Escocia , a pesar de que la decisión se espera con inquietud debido a las consecuencias para el conjunto de la unión.

Uno de los efectos más inmediatos que preocupa del veredicto es sobre la apertura de los mercados, especialmente si gana el 'sí', por lo que el ministro del Tesoro, George Osborne, prefirió cancelar su participación en la reunión de los ministros del G-20 en Australia, mientras que el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, decidió regresar antes para supervisar en casa el desarrollo de los acontecimientos.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios