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El Arpa de Santullano se queda huérfana con la muerte de Javier Manterola
El reconocido ingeniero y catedrático fallece a los 87 años y deja «una huella imborrable» con más de 200 diseños de puentes y viaductos
El Arpa de Santullano ha perdido a su autor más prestigioso, el ingeniero Javier Manterola. El pamplonica, residente en Madrid, falleció ayer a los 87 años sin ver terminado uno de sus últimos proyectos: la remodelación del margen derecho del Bulevar que el Ayuntamiento confió en noviembre de 2021 a la UTE LFG-CFC-HUALCA, liderada por este reconocido y prestigioso experto.
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El proyecto, que se encuentra en la fase final de ejecución –el contrato que ejecuta el Grupo Vías finaliza el 31 de mayo–, está transformando la entrada a Oviedo desde la autopista 'Y', siendo lo más característico el atirantado puente que ya une de forma definitiva las dos partes de Guillén Lafuerza. Casi medio siglo lleva este barrio dividido en dos por culpa de la construcción de esta autopista que supuso el derribo de una hilera de casas. De forma paralela se avanza en la reurbanización del margen derecho para convertirlo en una zona de paseo y de carriles bici.
Este es solo uno de los más de doscientos puentes y viaductos que Manterola ha diseñado con suma maestría, según recordó la Escuela de Ingenieros de Caminos, Puertos y Canales de la Escuela Politécnica de Madrid, de la que era catedrático desde 1976.
Su huella en Asturias también quedará presente con el puente atirantado del Nalón y la estructura sobre el Narcea con 875 metros de longitud y una altura de 75 metros. También es sumamente conocido por los asturianos el puente Ingeniero Carlos Fernández Casado que pasa por encima del embalse de Barrios de Luna y por el que transcurre la AP-66 que se estrenó en 1983. Esta infraestructura es un hito más en las numerosas transformaciones de paisajes que acometió porque con sus 643 metros de largo marcó un récord en la estructura atirantada. Su marcha, recordaron desde la madrileña Universidad, «marca el fin de una era».
En el resto del territorio nacional su legado se extiende al puente de La Pepa de Cádiz, numerosas estructuras de Zaragoza y otras obras internacionales. Además, en su legado también se encuentra el diseño de estadios de fútbol, torres de oficinas, estaciones de transporte y auditorios. «Ha dejado una huella imborrable» que ha sido sumamente galardonada con prestigiosos premios como el Príncipe de Viana de la Cultural, el Nacional de Ingeniería del Ministerio de Fomento o el V José Entrecanales Ibarra de Ingeniería Civil. También fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 2006 y trabajó con renombrados arquitectos como Rafael Moneo, Francisco Sáenz de Oiza y Fernando Redón.
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La capilla ardiente se instaló ayer en el tanatorio de La Paz en Tres Cantos.
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