Fallece el magistrado César Álvarez de Linera, «institución» de la judicatura asturiana

La judicatura asturiana llora hoy la pérdida de toda una «institución», su magistrado jubilado vivo más antiguo. César Álvarez de Linera y Uría ha fallecido a los 100 años de edad, circunstancia que no resta «tristeza y profundo sentimiento de pena, porque César lo ha sido todo en la carrera judicial», ha dicho hoy al dar la noticia Jesús Chamorro, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias.

No exagera al decir que lo ha sido todo en la judicatura, desde los años 50. Licenciado en Derecho en la Universidad de Oviedo en 1949, aprobó las oposiciones a la carrera judicial y accedió en la promoción de 1952. A lo largo de su carrera pasó por los juzgados unipersonales de Tineo, Valencia de Don Juan, Villaviciosa, Pola de Siero, Bilbao y Oviedo. Formó parte de la sala de lo Penal de la Audiencia Provincial de Oviedo; de la sala de lo Civil de la extinta Audiencia Territorial de Oviedo, de la que ejerció la presidencia hasta su incorporación al Tribunal Superior de Justicia de Asturias. Y trabajó también en la sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA. De hecho, se jubiló siendo presidente de la misma.

César Álvarez de Linera fue designado a lo largo de su carrera en diversas ocasiones como 'juez especial' en diversas causas penales de especial dificultad; ejerció en numerosas ocasiones la presidencia de la Junta Electoral Provincial y fue presidente del Jurado Provincial de Expropiación Forzosa desde 1975 a 1987.

Para entonces ya se había doctorado en Derecho por la Universidad de Oviedo, con la tesis titulada 'La vía de hecho y los interdictos contra la Administración Pública'. La defensa de la tesis, el 15 de mayo de 1975, con una extensión de 864 páginas, obtuvo la calificación de Sobresaliente Cum Laude.

Su dilatada carrera incluye también la presidencia del Jurado Provincial de Montes Comunales en Mano Común y haber sido profesor titular de Derecho Procesal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo. Además, entre 1987 y 1990 fue juez de Menores de Asturias.

Dicen quienes compartieron tiempo y carrera con él que tuvo siempre una «cabeza privilegiada» y que mantuvo una maravillosa lucidez hasta hace poco tiempo. Su sentido del humor contribuyó sin duda a ser alguien muy querido en el mundo de la judicatura, que pudo disfrutar de él todavía hace dos años, en el tradicional encuentro navideño de jueces y disfrutados, donde dicen que disfrutó enormemente.

Su dedicación a la judicatura le llevó a ser miembro fundador de la Academia Asturiana de Jurisprudencia, exactamente con el número 13. Era académico de número y ejerció la vicepresidencia durante dos mandatos. Su discurso de ingreso llevó por título 'La nulidad de actuaciones en el proceso penal'. Esa dedicación y excelencia le habían valido también la Cruz Distinguida de primera clase de San Raimundo de Peñafort por su actividad jurisdiccional.

Deja además César Álvarez de Linera y Uría una extensa familia de nueve hijos, once nietos y dos bisnietos, dedicada en buena parte, también, al mundo judicial. Su hijo Miguel Ángel de Linera Prado es magistrado del juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo. Otra de sus hijas, Ana, es funcionaria judicial y algunos más son abogados.

Por expreso deseo de la familia, el velatorio se realizará en la más estricta intimidad y han solicitado que no se envíen flores. Mañana sábado 12 de abril, a las cinco de la tarde, sus cenizas serán recibidas en la Basílica de San Juan el Real, en Oviedo, donde se celebrará el funeral por su eterno descanso, y, acto seguido, se depositarán en el columbario de la Capilla del Carmen de dicha Basílica.

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