Rubén Albés, en un entrenamiento en Mareo. Arnaldo García
Fondo Norte

Sporting | ¡Tócala otra vez, Albés!

El Sporting aspira a la tercera victoria consecutiva contra el Castellón

Domingo, 13 de octubre 2024, 18:52

El partido de mañana nos pilla en una nube. Dos victorias seguidas contra dos cocos, Zaragoza y Éibar, llenan de optimismo nuestras ... despensas. No solo por los seis nutritivos puntos. También por la forma de ganar a domicilio en tierras vascas. ¡Jugando al ataque con el 1-2 en el marcador! Lo nunca visto. O, dicho más prudentemente, lo poquísimas veces visto. Si ganas por la mínima en un estadio complicado lo habitual es echar el freno de mano e ir a contener el marcador. Lo de la segunda parte del Sporting en Ipurúa es para enmarcar. No es que hiciéramos un fútbol prodigioso, pero sí valiente, vertical y agresivo, metiendo en su área a un equipo que iba perdiendo en los últimos compases del partido. ¡Chapeau!

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Cuando se actúa con ese arrojo, no lo olvidemos, se está cumpliendo una orden. Pues son siempre los entrenadores los que determinan la estrategia sobre el campo. Y son ellos, y solo ellos, los que mueven el brazo indicando a sus pupilos que se vayan para atrás, los que quitan a un delantero a cambio de un defensa más metiendo el miedo en el cuerpo a jugadores, público y telespectadores. Son ellos, los entrenadores, en general, simeones de la vida, hombres temerosos de dios y del contrario que enseguida exteriorizan sus dudas con sus gestos, sus consignas y sus cambios. Nada de eso hizo Rubén Albés en Éibar. Con 1-2 echó el equipo arriba. Con 1-2 quitó un defensa. Con 1-2 transmitió fortaleza. El mensaje nítido fue: chicos, vamos a por el 1-3. Y Gaspar engrasó su cañón (varios meses atascado) para anotarlo con un misil de los suyos que dejó temblando la portería armera. ¡Bravo, míster!

No recuerdas una decisión similar en campo contrario. No te alcanza la memoria para ese gesto en un campo, además, bien lo contamos, donde se cumplían veinte años de la astracanada de Rodado Rodríguez. Honramos la memoria de aquellos héroes que pese a las tres expulsiones y los dos penaltis en contra arrancaron el 2-2 en el descuento. Y lo hicimos de nuevo con un mal arbitraje (en especial del VAR) pues nos fueron hurtados dos claros penaltis que hubieran podido arrojar un resultado de escándalo.

Llega el Castellón con la vitola de equipo revelación, sobre todo a domicilio: 0-2 al Burgos, 2-5 al Almería, 2-3 al Eldense. ¿Cuarta victoria a domicilio en El Molinón? Demasiado. No tiene pinta. Ahora bien, sus números invitan a la prudencia, a no minusvalorar a este recién ascendido jugón. La victoria del Oviedo ante el Almería dispara a los azules a un provisional sexto puesto con 15 puntos. A esos aspiramos nosotros si doblegamos a los castellonenses. La Liga se empieza a poner golosa para el Sporting. Ya vemos con meridiana claridad un patrón de juego, ya están Gelabert y Méndez repartiendo, ya hay varias alternancias que ofrecen benditas dudas al míster. Llegado este momento, con la tercera victoria consecutiva llamando a nuestra puerta, solo nos queda invitar al míster a seguir con la misma sinfonía y decirle aquello de «¡Tócala otra vez, Albés!».

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