La Ley 18/1987, de 7 de octubre, establece que el 12 de octubre es el Día de la Fiesta Nacional de España. No obstante, ... esta celebración se oficializó ya en 1918 por el Rey Alfonso XIII y originalmente honraba la influencia mundial de España. Señala esta Ley, con visión tal vez algo corta, que estamos ante «una efeméride histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los Reinos de España en una misma Monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos». Es también el Día de la Virgen del Pilar, onomástica pues de muchas mujeres españolas con ese nombre, nuestras Pilares; Santa Patrona del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil desde 1913; de la ciudad de Zaragoza, de Aragón y del Cuerpo de Correos y Telégrafos.
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De igual manera, se celebra tradicionalmente el Día de la Hispanidad, considerando a la Virgen del Pilar como su Patrona, conmemorando así la efeméride histórica del Descubrimiento, Conquista y Civilización de América. Y ponderando la expansión política, económica, cultural, religiosa y lingüística de España, que marca el inicio de un nuevo periodo histórico con el nacimiento del Imperio español. El 12 de octubre es una fiesta de unión, de hermanamiento, en la que mostramos, además, nuestro vínculo con la comunidad hispanoamericana y el refuerzo de los poderosos lazos históricos que nos unen, destacando la importancia del legado cultural común. La Hispanidad es el conjunto de pueblos, culturas y tradiciones de las naciones hispanohablantes, unidas por la lengua, por una espiritualidad y sentido religioso común, y por una historia creada a partir de 1942, con el encuentro entre Europa, a través de España, y América.
En esta historia España nada tiene por lo que avergonzarse, ni pedir perdón por muchos o muy importantes sean los personajes que lo exijan. Que lean la Historia real, la Historia de la Verdad y la Libertad, no la falseada, disfrazada de leyendas negras, reescrita desde la revancha o el infantilismo pseudo indígena, por los mismos de siempre: los que odian a España, precisamente por ser España. Entre los componentes principales de la Hispanidad, está la lengua, a través del idioma español como elemento central que une a los pueblos hispanos.
Está la cultura, que engloba las costumbres, valores y tradiciones compartidas por España y las naciones de América, que conforman una historia bajo la influencia hispánica. Está la historia, tras los viajes de Colón que origina una rica y diversa herencia cultural en todos los órdenes. Está el sentimiento religioso y espiritual, propio del cristianismo que dignifica al hombre y le otorga un valor único como hijo de Dios. Y, en definitiva, está la identidad, que conlleva un sentimiento de unidad y de pertenencia entre millones de personas que hablan español y que, con las singularidades propias, tienen una referencia común.
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Por todo ello, el 12 de octubre es oficialmente el Día de la Fiesta Nacional y tradicionalmente es el Día de la Hispanidad. Es un día de recuerdo y de conmemoración, con fiesta laboral y con actos solemnes que contribuyen a destacar la importancia de la fecha. Uno de los eventos centrales es la brillante parada militar, en la que participan nuestras Fuerzas Armadas, representantes de ejércitos de países hispanos y de otros aliados, la Guardia Civil y las altas instituciones del Estado. Este acto, además de rendir homenaje a los símbolos de la Nación y a los Caídos por España, ha incorporado con los años exhibiciones aeronavales y otros eventos paralelos que atraen a miles de personas. En este desfile militar participan también Reservistas Voluntarios activados –no precisamente en la forma que nos gustaría y que sería más correcta–, pero al fin y al cabo haciéndolo como unos miembros más de las Fuerzas Armadas, que es lo que realmente somos los Reservistas cuando estamos activados. También desde la asociación ARES de Reservistas Españoles organizamos innumerables actos por toda la geografía nacional con motivo de la efeméride: conferencias, izados de Bandera, exposiciones,…
Sin embargo, y reconociendo el indudable valor de todo lo manifestado, es necesario que al margen de la holganza laboral y del disfrute de la fiesta, sepamos y pensemos en el significado de la misma: el Día de la Fiesta Nacional de España. Y que por encima de la fiesta, reflexionemos sobre aspectos por los que merece la pena trabajar y luchar en nuestro afán cotidiano, y por supuesto defenderlos frente a quien sea y en toda circunstancia y condición. Nos referimos a los valores propios de nuestra cultura y civilización occidental; a nuestra identidad como Nación; al modelo que queremos para España –como Patria común e indivisible de todos los españoles–; el redefinir nuestro destino como una de las naciones más antiguas del mundo; y hasta la trayectoria y deriva de nuestra Patria, sometida en los últimos tiempos a demasiados oleajes y balanceos.
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Ojalá esta necesaria reflexión, lucha y defensa, traiga para la Madre Patria y para todas las naciones hispanoamericanas una buena singladura, con vientos en calma y en mares favorables, capaces de hacer frente, en unión a la vez filial y fraternal, a los retos económicos, sociales y geopolíticos presentes y futuros. Éste es nuestro principal deseo de cara al Día de la Fiesta de España y de la Hispanidad.
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