La noticia del fallecimiento de Don Pío nos llena de este dolor que siempre nos embarga tener que decir adiós a alguien querido de nuestra ... comunidad diocesana. Su talante de cura bueno y acogedor hizo que creciese la admiración y el afecto entre sus feligreses. Especialmente en la parroquia que durante tiempo atendió en Gijón, en el barrio de Somió, queda el testimonio agradecido de su entrega sacerdotal.
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La bondad amable, la elegancia respetuosa, y su fidelidad como cura, quedan en el recuerdo de tantos hermanos, y el precioso legado de su larga vida humana y sacerdotal.
Descanse en paz y que nos veamos en el cielo.
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